También se le debe al sector privado a través del MICM
El gobierno dominicano tiene una deuda de alrededor de RD$3,000 millones con la Refinería Dominicana de Petróleo PDV (Refidomsa) por no transferir a los usuarios el aumento real que tienen los combustibles cada semana.
Esta deuda se hace a través del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), entidad que determina el precio final que debe pagar el consumidor, de acuerdo al presidente de Refidomsa PDV, Leonardo Aguilera.
Dijo que si la entidad exigiera el precio real al que se le debe pagar, eso se reflejaría en un aumento de los combustibles y habría alzas cada semana.
Explicó que además el sector privado esta asumiendo parte del alza y vende por debajo del precio real y de sus costos.
“El Estado incrementa la deuda con nosotros y también con el sector privado. Y por eso en esta semana el ministro Ito Bisonó dijo que la deuda con nosotros se amortiguaría a un plazo más largo, no queremos esto pero es parte de esta situación”, expresó.
Aguilera destacó que ha hablado con los ministros de Hacienda e Industria y Comercio para que se solucione esta situación.
Sin embargo, dijo que la la rentabilidad que está teniendo la Refidomsa ha ayudado un poco a no sentir esta deuda.
Expreso que en el 2020 se estimaban unas pérdidas en la entidad de US$26 millones y al asumir el cargo se tomaron medidas “duras” que permitieron a la entidad ganar US$3 millones el año pasado.
Resaltó en estos primeros cinco meses del año la rentabilidad de la entidad ha sido el doble de lo que se estimó.
Aguilera ofreció estos detalles durante la firma de un acuerdo de trabajo con el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, con miras a fortalecer el sector energético.
Almonte indicó que para este año se espera un aumento en los precios internacionales del petróleo por más consumo en verano, pero también se espera que otras fuentes de energía influyan en la disminución de los precios.
Dijo que el convenio busca mejorar la producción y distribución de combustibles, ante la demanda colectiva sobre el servicio energético, que por décadas ha sido deficiente, poco confiable y de alto costo.