WASHINGTON (AP).- Dirigentes tanto oficialistas como de la oposición reaccionaron indignados ayer, jueves, ante informes de que el gobierno está recopilando secretamente una base de datos de todas las conversaciones telefónicas entre los ciudadanos. El gobierno ha recopilado de manera secreta registros de decenas de millones de llamadas telefónicas en un esfuerzo por crear un banco de datos de cada llamada hecha dentro del país, informó el jueves el diario USA Today.
De inmediato, legisladores republicanos y demócratas reclamaron respuestas al gobierno del presidente George W. Bush, señalando su sorpresa y en algunas ocasiones su disgusto por la magnitud del programa de espionaje interno.
Ante las intensas críticas del Congreso, Bush no confirmó la labor de la Agencia de Seguridad Nacional, pero trató de asegurar a los estadounidenses que su privacidad está siendo «ferozmente protegida.
«No estamos escudriñando las vidas personales de millones de inocentes estadounidenses, dijo Bush el jueves, antes de partir hacia Biloxi, para asistir a una ceremonia en un colegio de Misisipí.
La revelación podría afectar los esfuerzos de confirmación del ex director de la Agencia de Seguridad Nacional, el general Michael Hayden, como nuevo director de la CIA. También volvió a inflamar la controversia sobre la presunta violación a las libertades civiles y sobre la falta de supervisión del Congreso.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, quien ha hablado en favor de la nominación de Hayden, dijo el jueves que las últimas revelaciones «también presentarán un creciente obstáculo para la confirmación del general Hayden.
El senador Patrick Leahy, el principal demócrata en el comité judicial de la cámara alta, dijo que se sentía estupefacto ante las revelaciones de USA Today.
«Este es nuestro gobierno, el gobierno de todos los estadounidenses. No es el gobierno de un partido, dijo. «Aquellos a los que confiamos un gran poder tienen el deber de responder a los estadounidenses sobre lo que están haciendo.