La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, encabezó este martes el acto de entrega de los premios Adulto Mayor del Año y Protector de la Persona Envejeciente durante la quita edición del galardón que se celebra cada 01 de octubre en conmemoración del Día Internacional de la Persona de Edad.
En la ceremonia, organizada por el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) y que contó también con la participación de la primera dama, Raquel Arbaje, fue reconocida la señora Blanca Odette García Peña, una destacada maestra de bioanálisis de 103 años, y el Centro Geriátrico San Joaquín y Santa Ana, por sus aportes para la protección a los adultos mayores.
La vicepresidenta Raquel Peña resaltó que esta premiación simboliza el profundo compromiso de toda la sociedad y del gobierno, con el desarrollo integral y la calidad de vida de las madres, padres y abuelos a quienes, se debe “todo lo que somos hoy”.
Peña sostuvo que la administración actual es consecuente con que el “cuidado hacia los adultos mayores es el reflejo del respeto y la gratitud de una sociedad consciente del alto valor que tienen”, por lo que realizan esfuerzos para seguir garantizándoles la dignidad y la esperanza de vida que se merecen.
En ese sentido, indicó que bajo la visión y liderazgo del presidente Luis Abinader, la atención a los adultos mayores se ha convertido en una prioridad de Estado y por ello se creó la Mesa Intersectorial de Cuidados, integrada por 10 instituciones para afianzar la determinación en el cuidado de personas envejecientes como una responsabilidad colectiva de primer orden en materia social.
“Gracias a esta iniciativa, hemos logrado triplicar el presupuesto en servicios institucionales a través del Consejo Nacional de la Persona Envejeciente”, puntualizó.
En tanto, el director del CONAPE, José García Ramírez, señaló que la institución ha mantenido un compromiso inquebrantable en garantizar a los adultos mayores un acceso integral a servicios de acogida, salud, asesoría legal, apoyo económico, asistencia social, educación, cultura y recreación.
García Ramírez aprovechó para resaltar algunos de los logros para consolidar el futuro de las personas envejecientes como el aumento del presupuesto, más de 57 mil Pensiones Solidarias, rescate de los Hogares de Días y Hogares Permanentes, entre otros.
Condecoraciones
El Premio Adulto Mayor del Año, que recibió Blanca Odette García Peña, es el más alto galardón que puede ser otorgado a un adulto mayor por méritos obtenidos durante el año que antecede, por su vida activa y productiva, en actividades de cualquier renglón o disciplina.
García Peña es oriunda de San Pedro de Macorís y ha ocupado numerosos cargos de su área profesional como encargada de microbiología del Laboratorio Nacional (1948/1949) y de la Sección de Química, Clínica del Laboratorio Nacional (1953/1960).
Trabajó en investigaciones científicas al lado de los doctores José de Jesús Ravelo y Alberto Peguero y en el 1949, participó en la instalación del primer Banco Nacional de Sangre y en 1974 se le confiere el galardón de Profesora Meritísima y posteriormente la Medalla al Mérito de la Mujer.
En el transcurso de todos estos años ha propulsado la creación de la «Fundación Universidad Primada», y ha participado en numerosos eventos nacionales e internacionales realizando diferentes trabajos de investigación.
En tanto, el Premio Protector de la Persona Envejeciente, que se le otorgó al Centro Geriátrico San Joaquín y Santa Ana, es el mayor reconocimiento que se otorga a una persona física o jurídica, pública o privada, que a lo largo del año, haya desarrollado de forma desinteresada, una labor excepcional en materia de protección a la población envejeciente.
Los orígenes del San Joaquín y Santa Ana se remontan al 1913 cuando fue fundado en la provincia de La Vega, dirigido por las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha y dedicado, especialmente, al cuidado de ancianos y a la enseñanza de niñas de escasos recursos que residían en esa Ciudad.
Este centro es uno de los más grandes de la zona del Cibao que, actualmente, cuenta con 102 envejecientes, de los cuales 58 son hombres y 45 son mujeres provenientes de sectores sociales de escasos recursos económicos, con edades entre 65 y 113 años.
En sus espacios se brinda apoyo para la construcción de vidas plenas abriendo lugares a la comunidad para que se unan a esta misión, procurando incorporar el concepto de mejora de la calidad de vida de los adultos mayores que en él se encuentran.