Las entidades públicas y privadas muestran mayor interés en la percepción de los usuarios y empleados sobre su imagen, en cuidar y fortalecer su reputación. Acuden a los análisis de marcas, un punto vital en los cambios. Sin embargo y de acuerdo con el consultor Sebastián Cebrián, a los organismos estatales aún les falta mejorar sus estrategias de comunicación.
El CEO de la consultora Villafañes & Asociados, considera que ameritan fortalecer ese renglón con un mayor acercamiento a los intereses de los ciudadanos. Esto, porque una crisis mal manejada puede traer graves consecuencias.
De las quejas por la política comunicacional oficial, sobre todo de la Presidencia, estas llevan las palmas: detalles limitados de actividades, retraso en envío de notas, escasez de fotografías en su portal.
Cebrián indica que el sector financiero, la banca, las compañías de seguro y el turismo son las áreas más sensibilizadas en trabajar su reputación.
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Explica que las metodologías de medición abarcan las respuestas de los clientes a la atención recibida e incluso, el vínculo de los trabajadores con su función y su satisfacción, elemento esencial para que den un mejor servicio, porque los empleados construyen y destruyen reputaciones.
Afirma así que conocer la valoración abarca un amplio radio, más allá de los los usuarios. Por esto miden con encuestas aplicadas a todas las fuentes que impacta la institución.
“Es importante saber la opinión de los empleados, cómo ven su labor, el espacio laboral, el trato que reciben, qué quieren que cambie, porque mientras más cómodos estén, mayor rendimiento”, expone.
Otro mecanismo que trabajan es la determinación de los grupos de interés, o lo que es igual, a quiénes llega el producto, las características de esos consumidores y las diferencias frente a otras entidades.
Lo más requerido es ayuda para diagnósticos entre la empleomanía que permitan ver las debilidades y subir el ranking.