Gobierno saborea trago amargo de embate delictivo

Gobierno saborea trago amargo de embate delictivo

En un hecho histórico, el presidente Luis Abinader encabezó este viernes el primer acto de destrucción masiva de armas de fuego ilegales al disponer de 803 armas que habían sido incautadas como parte de la Estrategia Integral de Seguridad Ciudadana "Mi País Seguro". El material obtenido de las armas destruidas será utilizado para la construcción de un monumento a La Paz y la Concordia, según se explicó. La iniciativa, que contó con el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA), se llevó a cabo tomando como ejemplo las experiencias de Argentina, Brasil y Canadá, cuyos representantes estuvieron presentes en el acto. Hoy/Fuente Externa 20/08/21

Inseguridad ciudadana. La gente anda con temor

El Gobierno empieza a saborear el trago amargo de no tener respuestas rápidas para enfrentar uno de los problemas sociales más complejos del país: la delincuencia.

Si bien los atracos y homicidios tuvieron una baja en 2020 y los primeros meses de este año, por las restricciones de movilidad impuestas por el Gobierno para reducir los contagios de la covid-19, los casos han empezado a subir y la preocupación ciudadana se hace latente.

Solo bastó que circularan vídeos de asaltos en sectores del Distrito Nacional bajo una nueva modalidad: grupos de hasta ocho delincuentes que, transitando en motores, se abalanzaban contra ciudadanos para quitarles sus pertenencias.

Aunque esos casos llamaron la atención, son constantes los vídeos que circulan en redes sociales de personas que son víctimas de los asaltantes, en calles o negocios y a cualquier hora del día.

Según datos de la Policía Nacional, en los primeros ocho meses de este año se han reportado 37,526 casos de ratería, que incluyen atracos, arrebatos, hurtos y roturas para penetrar en casas y edificios y robar cosas de poco valor con maña y cautela.

Pese al volumen de casos, la institución del orden asegura que el promedio mensual de delitos de ratería ha disminuido un 24% en 2021, en comparación con 2019, el año previo a la aparición de la covid-19.
promesas vs realidad

El presidente Luis Abinader, que como candidato presidencial siempre puso la lucha contra la criminalidad como el eje de su gestión, tendrá que demostrar en los tres años que le quedan, que podrá superar a sus antecesores, Danilo Medina y Leonel Fernández, quienes ejecutaron programas contra la delincuencia que no dejaron los resultados esperados.

En su programa de Gobierno Abinader no solamente asegura tener las claves para reducir la criminalidad, sino que además atribuye a los gobiernos del PLD el auge delictivo por sus vínculos con la impunidad, la desigualdad y la exclusión social.

Pero el mandatario encontró un muro de contención que redujo inevitablemente sus bríos en su primer año de gestión: las urgencias sanitarias y económicas dejadas por la covid-19.
Hasta el momento el Gobierno está inmerso en la reforma policial, piedra angular de la lucha contra la delincuencia, según consta en el citado plan de Gobierno.

Y en junio pasado inició, en el sector Cristo Rey, del Distrito Nacional, el proyecto piloto “Mi País Seguro”, parte de la Estrategia Integral de Seguridad Ciudadana.

Prevención delitos
Programas en gobiernos PLD

Barrio Seguro
En el año 2005 el entonces presidente Leonel Fernández puso en marcha el Plan de Seguridad Democrática, con el que se pretendía reducir los niveles de delincuencia que, para la época, eran alarmantes. El plan incluía el denominado Barrio Seguro, cuyos ejes eran la prevención y el acceso a oportunidades educativas y de trabajo. La modernización de la Policía Nacional era una parte fundamental.

La propuesta de Danilo
En 2013, durante la gestión gubernamental de Danilo Medina, se implementó el programa Vivir Tranquilo, que tenía por finalidad “prevenir el riesgo social, a través de la construcción de capital social, el fortalecimiento de la ciudadanía participativa y el fomento de la convivencia pacífica”.