Extremadamente contento me sentí ayer al leer un impactante editorial que me dedicó Heddel Cordero en el Listín Diario.
Se refirió a mi impacto como narrador de béisbol y a la popularidad alcanzada en el país.
Voy a publicar una parte, y les pido, por favor, completar vía Google, con el título “Franklin es un show”.
Dice así:
Franklin Mirabal ha sido para la narración deportiva del país, lo que Roberto Cavada fue para los noticiarios de televisión dominicanos, o lo que Domingo Bautista significó para la animación televisiva del país.
Es decir, un innovador. Ha roto con la forma clásica de narrar los sucesos en el terreno de juego.
Franklin cambió el código y a una gran parte del público (sobre todo los que siguen el equipo azul) le ha simpatizado ese estilo.
Para el espectáculo, él ha sido una pieza revolucionaria que ha cautivado con su novedad y ha generado simpatía y antipatía, sembrando una animación con un sello diferente en la forma de narrar la pelota.
Franklin es un show. Un entretenedor del juego. Su popularidad es celebrada y admirada entre los seguidores del equipo azul; pero su forma es odiada por quienes adversan a ése equipo.
Una evidencia de su impacto como tal se advierte con la cantidad de frases que la gente repite en la calle.
Heddel: Me sorprendiste con ese tremendo artículo. Siempre te lo agradeceré.
¡Gracias!