El pretexto de Estados Unidos de la existencia del peligro comunista en el bando de los constitucionalistas en la Revolución de Abril del 1965, no era compartido en principio por el representante de Gran Bretaña Stafford Campbell, quien criticaba fuertemente a sus colegas de la embajada norteamericana, incluyendo a los militares que tuvieron un papel de primer orden en el conflicto armado.
Esta diferencia es analizada por los historiadores Bernardo Vega y Roberto Cassá en la publicación “Los sucesos de 1965 en República Dominicana según los Archivos Ingleses”. La publicación en español fue puesta en circulación en 2020 con el auspicio de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos y el Archivo General de la Nación. Ya en 2016 fueron publicados la versión en inglés.
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Dos cabezas
Campbell llegó al país en abril de 1963, es decir, dos meses después de la toma de posesión de Juan Bosch. Fue militar por 17 años y esa experiencia influyó, según Vega, para que evaluara a fondo al agregado militar norteamericano, coronel Bevan G. Cass, y otros, afirmando que mientras la administración del presidente Kennedy y el Departamento de Estado apoyaban al gobierno de Bosch, los agregados militares estuvieron en contra. Estas divergencias Campbell las bautizó como “criatura de dos cabezas” o “política de dos trillos”.
Vega cita que el 30 de mayo de 1965 Campbell había reportado que Cass claramente creía que en ese momento existía una amenaza comunista grande e inmediata para la República Dominicana y que existía una red de inteligencia con una oficina en el país, opinión compartida por casi todo el cuerpo diplomático de Estados Unidos. Sin embargo, dijo que Harry Shlaudeman, entonces era el jefe del departamento político de la embajada americana, le ofreció una valoración bastante diferente y mucho más modesta de la fuerza de la conspiración comunista. “Me sorprendió, sin embargo, el hecho de que pudieran existir dos funcionarios de alto rango en la misión local de los Estados Unidos con puntos de vista divergentes sobre este importante asunto”, dijo Campbell.
Campbell narró que en una ocasión Fishburn, agregado aéreo, le advirtió a su agregado subalterno, Paul Rudd, que dejara de ver a los rebeldes, “porque si continuaba viéndolos Imbert lo mataría luego de que hubiese entrado a la ciudad, eliminando a los comunistas y tomando el gobierno. Cuando Rudd le dijo que sería una pena matar a miles de personas indefensas para sacar a 54 comunistas, Fishburn le contestó que era una pena, pero que eso debía ser realizado”.
“Ambos agregados han declarado abiertamente que la única manera de lidiar con el problema dominicano es un asalto total y la aniquilación de la parte comunista de la ciudad”.
Sin embargo, Campbell luego afirmó que hubo un peligro comunista, aunque la mayoría de los constitucionalistas eran demócratas. Además puso énfasis en el idealismo de los jóvenes, explicándose que muchos de ellos abrazaran el comunismo ante el panorama de injusticia y corrupción y “sin tapujos” manifestó admiración por Caamaño, según Cassá.