Fernando Valenzuela, el lanzador zurdo de los Dodgers de Los Ángeles nacido en México que cautivó a los fanáticos del béisbol cuando tenía 20 años en la temporada de 1981 con un peculiar movimiento de lanzamiento que produjo su característico «screwball», murió el martes en Los Ángeles. Tenía 63 años.

Su muerte, en un hospital, fue confirmada en declaraciones de los Dodgers y del comisionado de las Grandes Ligas de Béisbol, Rob Manfred. Las declaraciones no citaron una causa.

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Valenzuela se alejó de su trabajo como locutor de los Dodgers este mes para concentrarse en su salud. El equipo dijo que había estado planeando regresar para la temporada 2025.

Valenzuela ganó sus primeras ocho aperturas en 1981 de manera espectacular: cinco de sus victorias fueron blanqueadas y siete fueron juegos completos. Su promedio de carreras limpias fue un minúsculo 0.50.

“Tiene al mundo en sus manos y es 8-0”, decía un titular del diario Los Angeles Times.

Valenzuela fue un poco más fácil de batear durante el resto de la temporada, que se vio interrumpida por una huelga de jugadores que duró casi dos meses. Pero su récord de 13-7 y su efectividad de 2.48 en la temporada le bastaron para ganar el premio al Novato del Año de la Liga Nacional y el Cy Young. Fue el único jugador en ganar ambos premios en el mismo año.

Fernando Valenzuela nació el 11 de noviembre de 1960 en Navojoa, en el noroeste de México, cerca del Golfo de California, y creció en Etchohuaquila, a unos 45 kilómetros al noroeste, donde sus padres, Avelino y María Valenzuela, tenían una pequeña granja. Fernando jugaba al fútbol cuando era niño, pero era mejor en el béisbol.

Valenzuela fue descubierto por accidente en 1978 cuando Mike Brito, un cazatalentos de los Dodgers, estaba de viaje en Silao, en el centro de México, para ver a un campocorto, Ali Uscanga, jugar en un partido de la liga de novatos mexicana. Su atención se desvió hacia la actuación de Valenzuela, quien ponchó a 12 bateadores para el equipo de Guanajuato, el oponente de Silao ese día.