Tras la triste noticia del fallecimiento del amigo Amable Aristy Castro, y al encontrarme imposibilitado en sus honras fúnebres por estar afectar afectado de las consecuencias de una afección viral, he querido rendirle tributo con esta nota intentando recopilar sus principales legados basándome en mis experiencias en el trato con él.
Repasando mentalmente mis relaciones con Amable, es destacable su sagacidad sin limitaciones ni miramientos para conseguir propósitos perseguidos centrados en mejorar su región y atender necesidades perentorias de sus relacionados.
Cuando Amable Aristy era secretario técnico de la presidencia durante el gobierno de BALAGUER de 1986-1990 y él diputado recién reeligido, su tenacidad y persistencia para obtener decisiones en beneficio de su región eran tan sistemáticas que desesperaba a mis colaboradores de despacho.
Cuando el primer gobierno del PLD 1996-2000 propuso Reforma Fiscal acompañada con Presupuesto, admiré su habilidad para cumplir las instrucciones que nos había impartido BALAGUER de rechazar la monstruosidad propuesta sin translucir falta de apoyo al gobierno de “esos muchachos a los que hay que ayudar”; rechazando lo presentado para obligar al gobierno a regirse por el del año precedente como una forma de moderar sus pretensiones.
Puede leer: Detalles de las honras fúnebres de Amable Aristy Castro
Cuando le tocó como Presidente del Senado conocer una reforma fiscal al margen del presupuesto, dio lecciones de habilidad para consultar opiniones técnicas y empresariales, sin los aspavientos publicitarios sobre supuestas concertaciones, hasta tomar decisión final sin provocar adversidades empresariales o sociales.
Cuando Amable aspiró la Presidencia de la República, tras derrotar a Eduardo Estrella en la contienda interna del PRSC, requirió mi colaboración sin importarle que había apoyado activamente a este; emitiendo una señal de magnanimidad contraria a la costumbre sectaria que ha caracterizado y caracteriza el ejercicio político partidista dominicano.
Cuando discutíamos los términos de mi colaboración, enfatizaba que quería un programa de gobierno para los pobres que iba a ser la consigna de su candidatura. Prepare una agenda que presentamos a diferentes instancias de la sociedad civil durante la campaña electoral, testimoniando su vocación consultiva. El actual Ministro de la Presidencia, entonces presidente de ANJE, pueda dar de fe de apertura; así como el entonces presidente del CONEP hoy alto funcionario en el sector eléctrico.
La insistencia de Amable para que me incorporara al partido que fundara fue tan persistente que cuando le participé mi decisión de reiterar mi apoyo que siempre había brindado a Luis Abinader en sus aspiraciones vice o presidenciales desde 2012, lamentó que no lo hubiera hecho conjuntamente con él.
Con la pérdida de Amable, el reformismo pierde un importante recurso, quizás único y último, con capacidad de agrupar la cada vez más fraccionada herencia partidaria de BALAGUER habida cuenta que se gloriaba de ser amigo de todos los reformistas como de todos los políticos.
Esa amistad puede considerarse como la herencia fundamental de Amable, no solo con los políticos dentro las parcelas reformistas sino de todas las parcelas. Sobre todos los políticos, tenía a flor de labios la expresión: -“Ese es mi amigo”-a pesar del inamistoso clima predominante.
Aprovechemos estas lecciones que nos deja Amable Aristy Castro.
Que Dios, juez supremo, premie sus virtudes y libere las culpas en que pudiera haber incurrido.