San Juan, Puerto Rico. El ministro de Asuntos Exteriores de Guyana, Carl Greenidge, confirmó hoy que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, busca que el presidente de su país, David Granger, y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, dialoguen sobre la disputa fronteriza del Esequibo en la próxima Asamblea General de la ONU.
“El secretario general ha indicado que está pendiente de este asunto y ha pedido a ambos presidentes que asistan a la Asamblea General de la ONU en septiembre. Ese foro podría ofrecer la oportunidad de una reunión”, dijo Greenidge en una emisión radial transmitida por internet.
Según el funcionario, Ban Ki-moon prevé enviar una misión a Caracas y Georgetown para facilitar un acercamiento, además de aclarar que Granger no ha cambiado su opinión en cuanto al diálogo con Maduro sobre la disputa fronteriza.
Insistió en que Granger está dispuesto a hablar con Maduro sobre una variedad de asuntos de interés mutuo, además de la disputa fronteriza.
Granger y Maduro llevaron a cabo acercamientos durante los pasados meses de junio y julio a la ONU para pedir al secretario general que actuara como mediador del Acuerdo de Ginebra.
Por otra parte, Greenidge destacó que si Venezuela emprende acciones legales para la disputa fronteriza legal y reclama soberanía sobre la región y las aguas de la costa de Esequibo, la hipotética entrega de ese territorio a Carcas no será automática.
“Guyana, debe saberse, también tendría el derecho de reclamar las partes del territorio que fueron otorgados por los británicos a Venezuela”, dijo Greenidge, tras señalar que no descartaría una posible contrademanda.
La disputa entre Venezuela y Guyana por las aguas de la costa de Esequibo tiene más de un siglo e incluye también la reclamación de soberanía sobre un territorio de 160.000 kilómetros cuadrados, muy rico en recursos naturales y que supone dos terceras partes del territorio de guyanés.
La zona está bajo mediación constante por la ONU desde la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966, pero el diferendo se ha agudizado después de que la compañía Exxon Mobil descubriera en mayo pasado yacimientos de petróleo en aguas que supuestamente están en la zona del litigio.