Hábitat para la Humanidad República Dominicana y sus aliados alrededor del mundo presentaron en mayo una campaña de cinco años, llamada “Hogar es…” (en inglés, “Home Equals”), la cual busca cambiar políticas locales, nacionales y mundiales para que, quienes residen en asentamientos informales, mejoren su acceso a una vivienda adecuada.
Como parte de la campaña “Hogar es…”, Hábitat Dominicana está abogando por mejores condiciones de vida y vivienda digna para las familias dominicanas. Según datos de las Naciones Unidas, más de mil millones de personas en el mundo residen en barrios marginales y otros asentamientos informales. Si volcamos la mirada a nivel nacional, las Naciones Unidas calcula que alrededor del 11.2 % de la población dominicana reside en asentamientos informales.
“Quienes residen en asentamientos informales están jugando un papel increíblemente importante al encontrar soluciones de vivienda para sí mismos. Las políticas correctas pueden eliminar barreras, acelerar estos esfuerzos y abrir la puerta de un futuro mejor para muchas más personas que merecen la oportunidad de vivir en un hogar seguro”, dijo Cesarina Fabián, directora nacional de Hábitat para la Humanidad República Dominicana.
En el país las viviendas de estas familias se caracterizan por no contar con acceso a agua, ni a la electricidad o saneamiento; están sobre terrenos vulnerables, en su mayoría son casas con pisos de tierra, las familias no cuentan con los derechos a la propiedad en donde está su vivienda y generalmente están construidas a base de materiales de mala calidad. Como resultado, estos hogares son los más afectados ante los efectos del cambio climático.
En el ámbito mundial, Hábitat para la Humanidad hace un llamado a los Estados miembros del G7 que se reúnen esta semana en Hiroshima, Japón, para que reconozcan el acceso equitativo a vivienda como palanca fundamental para el desarrollo y se comprometan a abordar las necesidades de vivienda en asentamientos informales como una forma de avanzar en las prioridades internacionales de desarrollo, en áreas como el crecimiento económico, la salud y la educación.
Según el informe publicado en apoyo de la campaña “Hogar es…”, las ganancias en desarrollo económico y humano relacionadas con mejoramiento de vivienda a gran escala en asentamientos informales serían sustanciales.
El primer informe de su tipo http://www.habitat.org/home-equals/launch-report de su tipo http://www.habitat.org/home-equals/launch-report[de]de Hábitat para la Humanidad y su aliado de investigación, el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIED), modeló los beneficios que se obtendrían —en términos de crecimiento económico, ingresos, salud y educación— de ese mejoramiento de vivienda.
El informe encontró que el PIB y el ingreso per cápita aumentarían hasta un 10,5% en algunos países y que se podrían salvar unas 730 000 vidas más por año en todo el mundo; es decir, más que el número de muertes que se prevendrían anualmente mediante la erradicación de la malaria. Según el modelo, hasta 41,6 millones de niños(as) más estarían matriculados en la escuela. Esto es uno de cada seis niños(as) que no van a la escuela en el mundo.
“Este informe se suma a la evidencia de que garantizar que quienes residen en asentamientos informales tengan acceso a vivienda adecuada no solo es lo correcto, sino también lo más inteligente que se puede hacer”, dijo Jonathan Reckford, presidente y CEO de Hábitat para la Humanidad Internacional.
“A través de la campaña ‘Hogar es…’, nosotros y nuestros aliados estamos comprometidos a tomar medidas para que, cuando se trate del lugar al cual llamamos hogar, las más de mil millones de personas que residen en asentamientos informales sean realmente tratadas por igual”.
Dado que el modelo del informe no pudo generar proyecciones para países específicos por sí mismos, los investigadores agruparon los países en cuatro “tipologías”. Suponiendo que los impactos para República Dominicana reflejen aquellos del tipo de país al cual es más similar, mejorar la vivienda en los asentamientos informales de los dominicanos resultaría en un aumento de hasta un 6 % en el PIB y el ingreso per cápita. La esperanza de vida, por su parte, aumentaría hasta 1 %, mientras que los años de escolarización aumentarían hasta 13 %. En conjunto, estos factores podrían mejorar el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de República Dominicana.
Si bien no pudieron cuantificarlo, los investigadores del IIED dijeron que la evidencia es clara en cuanto a que los sistemas ambientales, políticos y sanitarios mejoran en todas las sociedades cuando mejoran las viviendas de quienes residen en asentamientos informales, lo que conlleva progreso tanto dentro como fuera de esos asentamientos.