El próximo 13 de agosto se conmemora el 92 aniversario del natalicio del líder de la revolución cubana, el comandante Fidel Castro Ruz, quien lideró hasta el año 2008, como Presidente de la República de Cuba, el sostenimiento de los principios que dieron origen a la revolución, y quien hasta 2011 gravitó en las esferas del poder, en su calidad de primer secretario del Partido Comunista Cubano.
Los acontecimientos recientes en Cuba están marcados por las esperanzadoras acciones emprendidas en el año 2014 por el ex Presidente Estadounidense Barack Obama, y el entonces Presidente de Cuba, Raúl Castro, con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos de Norteamérica (E.E.U.U.), luego de casi medio siglo de bloqueo, distanciamiento, hostigamiento y embargo. Posteriormente, con la aparición de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, designado el 19 de abril del año 2018 como Presidente, se empieza a respirar una nueva atmosfera, esta vez, sin los Castros al frente de la Nación Cubana.
Ahora, el pueblo Cubano da inicio a amplios procesos de debates y de discusión del proyecto de reforma constitucional, aprobado el 22 de julio por la Asamblea Nacional del Poder Popular. Ese proceso de consulta popular que concluirá el 15 de noviembre pretende involucrar a todos los ciudadanos en la construcción de la nueva Carta Magna, incluyendo, a los residentes fuera de la isla. Por lo cual, se proponen celebrar asambleas en centros de trabajo, instituciones del Estado como las fuerzas armadas, las escuelas, comunidades, entre otros espacios de concertación.
Luego de finalizar las consultas populares, el Parlamento Cubano contempla elaborar un texto definitivo con las modificaciones, adhesiones y supresiones, para así someterlo a un amplio proceso de participación ciudadana consistente en un referéndum.
El anteproyecto de reforma constitucional de Cuba ha sido valorado por diversos analistas políticos como un acontecimiento trascendental, mientras que otros, lo catalogan como un “cambio semántico”, ya que, a pesar de que introduce en su espíritu conquistas de la democracia liberal, dicen algunos, que aun adolece de la incorporación de derechos fundamentales.
Sin embargo, en el proceso de discusión en el Parlamente Cubano se han resaltado propuestas de reforma a la Constitución en la que se incorporan elementos como el reconocimiento de la propiedad privada, la instauración del primer ministro, y el matrimonio como la unión entre dos personas, con independencia de su orientación sexual, o matrimonio igualitario.
Como hemos referido, se incluyen aspectos de gran contenido, como la modificación de la estructura del Estado, con la inclusión o creación del cargo de Primer Ministro para los asuntos de Gobierno; además, temas como la salud y la educación seguirán siendo derechos universales y gratuitos; también, lo que llamamos la apertura Cubana con el reconocimiento del papel del mercado y de nuevas formas de propiedad, entre ellas la privada.
Apertura y Socialismo con características Cubanas
Somos de opinión que el proceso de reforma constitucional de la República de Cuba inicia una fase de cambios en la política de la región, que la Patria de José Martí busca renovarse en el escenario internacional, toda vez que, conforme a las propuestas que han surgido, el país liderado desde la revolución por los Castros, prepara con El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, su transición por la ruta de un socialismo con características Cubanas que describe al partido comunista como fuerza superior de la sociedad.
El llamado socialismo con características Cubanas implica el mantenimiento de los valores y principios que dieron origen a la Revolución de 1959 preconizados prolongadamente por Fidel Castro: la paz mundial, integración latinoamericana y caribeña, protección del medio ambiente, así como la condena al terrorismo, la injerencia, las agresiones y el desarme, incluyendo el nuclear.
Cuba se alinea con el nuevo orden económico mundial
Ahora bien, Cuba mantiene en su proyecto de reforma constitucional los valores y principios que dieron origen a la revolución, y aunque no se espera una ruptura total a su modelo de gobierno, ciertamente, asuntos como la apertura para actuar en el nuevo papel del mercado, la revalorización de la actividad comercial para el crecimiento económico y el reconocimiento a la propiedad privada, son indicadores de que el país caribeño avanza hacia la ruta para competir en el nuevo orden económico mundial, sometiéndose, de ser necesario, a las presiones del esquema global y a la inestabilidad del mercado.
Sin embargo, ese socialismo al estilo, o con características cubanas, busca sobrevivir ante las inclemencias e inestabilidad del mercado, y para eso ratifica en su propuesta de reforma constitucional que “el Estado dirige, regula y controla la actividad económica”, y distingue la planificación como el elemento central del sistema de gobierno. Además, defiende “la promoción del desarrollo sostenible que asegure la prosperidad individual y colectiva”. Y como si todo esto no fuera suficiente, también se propone la participación de los trabajadores en la dirección, regulación y control de la actividad económica.
¿Tendrá éxito el proceso de reforma constitucional y la nueva apertura de Cuba?
La reforma constitucional de Cuba implica una gran oportunidad para el fortalecimiento de las relaciones internacionales de la región, el establecimiento de un nuevo orden de cooperación económica, y la defensa de la soberanía de los países de América Latina; lo que nos preguntamos es si realmente los líderes del Parlamento Cubano y su Presidente podrán ofrecer y poner en marcha novedosas estrategias para la apertura política, económica e internacional en beneficio del pueblo cubano y los países de América.
Consideramos que sí, que todo esto se enmarca dentro de una nueva visión de desarrollo, de una nueva cultura de la planificación estratégica, de crecimiento económico para cumplir con el rol de Estado de dar prosperidad a sus ciudadanos, y de un socialismo al estilo Cubano, con características propias de un pueblo que durante casi 60 años ha defendido con dignidad un sistema comunista que ya necesita renovarse.