La zona de Bávaro-Punta Cana no sólo es el polo de mayor concentración de hoteles y habitaciones turísticas, también es uno de los lugares del país donde hay mayor concentración de obreros haitianos, en su mayoría indocumentados. Cuántos son estos extranjeros, nadie lo sabe. Pero quienes se atreven a citar cantidades hablan de 35 mil, 40 mil y algunos consideran que son más.
Bávaro, Higüey. Hora: 7:30 a.m. Varios camiones de cama larga irrumpen en el Cruce de Friusa, quebrando el frágil silencio matinal. Como por arte de magia, cientos de seres humanos, con instrumentos de trabajo en las manos y viejas mochilas al hombro, salen de distintas direcciones y empiezan a abordar los vehículos, en una rutina que se repite, en las primeras horas de la mañana.
En menos de cinco minutos, todos los pasajeros buscan su espacio, como sardinas en un cardumen. Están habituados a ese ajetreo cotidiano. Inmediatamente se establece un coro de voces, en el que cada uno, de manera individual, cuenta sus propias anécdotas. Todos hablan patois, dialecto que sólo los obreros que van camino a las edificaciones en construcción entienden.
Al rato, la carga humana se deposita y empieza una larga jornada que termina al atardecer, cuando se oculta el sol. El retorno es más lento, porque los hombres muestran síntomas de cansancio y de ansiedad.
Retornan al mismo cruce, donde compatriotas que trabajan el motoconcho los trasladan a los centros de hacinamiento donde viven.
Estos lugares tienen nombres pintorescos: Mata Mosquitos, Hoyo de Friusa, Pequeño Haití, Hormigones y Pueblo Nuevo.
Parece una escena cinematográfica. Pero no es una película. Es una realidad a la que los habitantes de este polo turístico se han acostumbrado. Dominicanos y haitianos indocumentados llegan todos los días, unos atraídos por el boom de la construcción y otros por mejores ofertas de trabajo en los hoteles y proyectos turísticos que operan en la zona.
Como en otras comunidades que viven de la actividad turística, o en cualquier ciudad o campo del país, en Bávaro y Punta Cana ninguna autoridad gubernamental conoce con exactitud el número de haitianos indocumentados que se han radicado en la zona, donde operan 54 hoteles, 27,766 habitaciones y llegan 1,605,212 turistas cada año. El 52 por ciento de los extranjeros que llega país lo hace por el aeropuerto de Punta Cana.
El sector hotelero genera alrededor de 35,000 empleos directos y 50 mil indirectos.
Cada día es más notable la presencia de haitianos ilegales en este polo turístico. Algunos van a su país y retornan con la esposa, los hijos, un hermano, un tío, un primo, un sobrino, un vecino y un amigo. Se las ingenian para convivir hacinados en estrechas y calurosas viviendas, en precarias condiciones de salubridad. Después de dos o tres meses, se independizan.
Un porcentaje de los extranjeros trabaja en el área de la construcción en hoteles, plazas comerciales, viviendas, edificios de apartamentos, proyectos turísticos y negocios que se levantan en la zona.
El resto de los indocumentados, que conforman la gran mayoría, se dedican al motoconcho, a la vigilancia privada, a vagar por la zona o a los pequeños negocios. Una muestra de ello son los numerosos pulgueros instalados en las calles de los barrios donde viven. Allí venden prendas de vestir, nuevas y de segunda mano, zapatos, mochilas, y chucherías. Es más o menos una réplica del comercio de su país.
Se observa una tímida presencia de agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET). Pero los motoconchistas haitianos no son molestados, aunque carecen de licencia de conducir y otros documentos y, además, transitan sin cascos protectores. Algunos dominicanos que realizan ese trabajo disfrutan del mismo privilegio.
La presencia de la Dirección General de Migración en la zona turística es prácticamente nula. Hace más de un año que la institución instaló una oficina, supuestamente para controlar la situación de los extranjeros indocumentados, pero nada funciona allí. El fantasma de la ineficiencia ronda por el lugar.
La Policía Turística (POLITUR) tiene su cuartel en una zona visible, con varios agentes y vehículos asignados. Pero su trabajo fuera del área de los hoteles deja mucho que desear.
Ninguna autoridad competente tiene una idea acabada de la cantidad de haitianos indocumentados radicados en Bávaro-Punta Cana y en el poblado de Verón no es cuantificable. Algunos hablan de 40,000, otros sitúan la cifra de 45,000 y muy pocos creen que hay alrededor de 50,000.
La síndica del distrito municipal de Verón, cuya población alcanza los 60,000 habitantes según el último censo, asegura que el número de haitianos en la zona supera al de dominicanos. Aquí hay demasiado, demasiado haitianos. Salga a la calle y usted me dará la razón, y todos los días llegan más y más y más Pero ese es un tema del que no me gusta hablar mucho.
María Vásquez, o María Verón, como le conocen en su comunidad , es una líder sindical y comunitaria. No oculta su enfado cuando enfoca los problemas de su comunidad: Este polo turístico aporta miles de millones al gobierno y, sin embargo, aquí no retorna ni un chele colorao en obras. Todas las obras que se han construido en esta zona lo ha hecho el sector privado.
Asimismo, tiene como objetos complementarios:
-Promover y organizar actividades que estimulen el desarrollo social, económico, cultural y turístico de la Zona Este, en coordinación con otras entidades u organismos privados o públicos con objetivos afines;
-Promover el desarrollo de las facilidades aeroportuarias, marítimas de transporte y comunicaciones nacionales e internacionales vinculados con la Zona Este del país;
-Contribuir al fomento de renglones agroindustriales que satisfagan las demandas alimentarias del turismo receptivo e interno de dicha zona;
-Estimular la creación de instituciones que tengan por objeto la capacitación en actividades que sirvan de soporte al turismo receptivo, a la artesanía nacional y a la formación de técnicos y obreros especializados en labores vinculadas a la industria del turismo;
-Ayudar a preservar los recursos naturales de toda la Zona Turística del Este, mediante la elaboración y adopción de programas que regulen su aprovechamiento turístico y conservación;
-Realizar las donaciones y obras de beneficencia que sus posibilidades económicas le permitan;
-Realizar cualquier otra actividad relacionada con su objeto y que no haya sido expresamente prohibida por estos Estatutos o por la ley.
Zoom
Datos polo turístico Bávaro-Punta Cana
54 hoteles y más de 27,000 habitaciones
Llegada turistas, vía aérea, en 2007: 1,605,212. El 52% del turismo entra al país por Punta Cana.
Inversión en la industria hotelera: US$6,500 millones.
Ingreso de divisas: US$4,025 millones.
Turismo residencial: Cap Cana, Roco Ki, El Cocotal, Punta Cana, Cana Bay, White Sands.
Ocho campos de golf en servicio, dos campos en construcción, seis campos en proyecto.
Transporte turístico: 840 autobuses y 450 taxis.
20 centros comerciales, 20 oficinas bancarias de diversos bancos comerciales, 62 cajeros automáticos.
Más de 15 urbanizaciones turísticas.
Descripción
La Asociación de Hoteles es una entidad sin fines de lucro, fundada el 13 de agosto de 1992. Tiene por objeto principal lo siguiente:
Realizar las acciones que fueren necesarias para promover, reglamentar y optimizar el desarrollo turístico de la zona Este de la República Dominicana, incluyendo particularmente el Polo Turístico Punta Cana-Bávaro-MacaoJuanillo; fomentar y preservar los intereses comunes de los asociados; estrechar sus relaciones e intercambiar informaciones de interés común; adoptar políticas de consenso para aplicarlas en sus relaciones con la comunidad y las instituciones públicas y privadas.