Unos 2.000 migrantes haitianos arribaron desde el lunes y a lo largo de este martes a Monterrey, capital del estado norteño de Nuevo León, lo que ha provocado una saturación de albergues y de las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en la ciudad, informaron este martes autoridades mexicanas. Además, de acuerdo con los informes, otras dos caravanas se dirigen a las ciudades fronterizas de Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas.
Ante esta situación, Luckner Mercredi, presidente de la Fundación Para la Reconstrucción de Haití, informó a Efe que el organismo está recolectando un padrón de todos los migrantes para solicitar ayuda al Gobierno mexicano. “Queremos saber el estatus legal de cada uno y ver cómo los podemos apoyar para que tengan un espacio adecuado para la estancia y que tengan comida y todo lo que ellos necesitan”, afirmó Mercredi.
Destacó que necesitan toda la información posible sobre el número real de migrantes para poder presentar un plan para resolver lo que ya se considera una crisis humanitaria. “Hasta ahora no tenemos un número real y por eso estamos viendo la manera de pedir la ayuda a las autoridades del Gobierno de Nuevo León para poder tener un control de los migrantes que están ahora en este estado”, añadió.
Mercredi, atribuyó la salida de miles de ciudadanos de su país a los recientes huracanes que destruyeron el sur de Haití, alde magnitud 7,2 que dejó más de 2.000 muertes y 12.000 damnificados en agosto y al asesinato a tiros del presidente Jovenel Moïse, en julio pasado, lo que provocó una inestabilidad política.
La mayoría de los haitianos se concentraron desde el lunes en Casa Indi, un albergue de la iglesia católica donde están hospedados unos 800 migrantes, pese a que el comedor del refugio apenas tiene capacidad para alimentar a 400 personas por día.
El sacerdote Felipe de Jesús Sánchez, responsable del lugar, informó que ahora necesitan donaciones para atender al flujo masivo de migrantes, un fenómeno que no se había registrado en Monterrey.
Desde la mañana de este martes cientos de haitianos se concentraron también en la sede del INM con el objetivo de regularizar su estancia legal en el país. Jesús Sánchez informó que esperan la llegada en las próximas horas de cientos de migrantes que salieron de Tapachula, en el sureño estado de Chiapas, rumbo a las ciudades fronterizas de Matamoros y Reynosa para intentar cruzar a los Estados Unidos.
Según el sacerdote, el número actual de migrantes en Casa Indi se podría duplicar en las próximas 48 horas. La crisis provocada por los miles de ciudadanos de Haití a Monterrey se suma a lo que sucede en el estado vecino de Coahuila donde las autoridades de Ciudad Acuña y Piedras Negras no tienen capacidad de atender en albergues o proporcionar comida y medicamentos a los migrantes.
El lunes, cerca de 13.000 migrantes irregulares, en su mayoría de Haití, quedaron retenidos por las autoridades estadounidenses en un campamento improvisado bajo el puente internacional que une el Río (Texas) con la mexicana Ciudad Acuña, en Coahuila.
La región lidia con un flujo migratorio histórico, con 147.000 indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212.000 indocumentados detenidos solo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.