Justo antes de comenzar una función en un teatro de Broadway, en Nueva York, una persona del público saltó al escenario para conectar su celular a lo que pensó era un tomacorriente.
La situación fue inesperada y causó sorpresa a los presentes, pero a muchos le pareció algo normal.
Cayendo bajo
El episodio que paralizó momentáneamente el inicio de la obra «Hand to God», trajo reacciones en las redes sociales.
«El equipo del teatro tuvo que detener el inicio del show, retirar el celular del escenario, y hacer un anuncio por los parlantes para recordarle a la gente que ese tipo de comportamiento estaba prohibido», escribió Chris York en Facebook.
En esta foto de la obra «Hand to God», se aprecia el enchufe que fue utilizado por un miembro del público para tratar de recargar su teléfono antes que comenzara la función.
«Hay que tener modales en el teatro. Por Dios, sentido común. ¿De verdad, hay que llegar a eso?», concluyó York.
Pareciera una anécdota de las peores situaciones en un teatro, sobre todo porque el tomacorriente era de utilería.
No obstante, muchos de nosotros hemos estado en ese dilema, buscando una fuente de electricidad cuando vemos que nuestro teléfono comienza a mostrar la barra roja que antecede a la desconexión con nuestro mundo.
No era así no hace tanto. Es decir, cuando los teléfonos solo hacían llamadas, conservar la batería era bastante sencillo. Tu celular parecía un ladrillo, pero la pila le podía durar al menos tres días.
Ahora, mantener tu teléfono en la «zona verde» puede llevar a las personas a realizar las más increíbles maromas: mantenerse en la punta de los pies como las bailarinas para alcanzar un enchufe, agacharse en cuclillas en el piso de un baño público, maniobrar con unos cables debajo de una mesa en un café.
La fuente de la desesperación
Estas actitudes desesperadas se hacen cada vez más comunes a medida que nuestros teléfonos tienen más aplicaciones, las cuales prácticamente se devoran las pilas.
«Las baterías están trabajando tiempo extra, sin que la gente tome esto en consideración, como si se tratara de unos trabajadores poco apreciados. En realidad las pilas no han avanzado tan rápido como el resto del hardware de tu teléfono», explica el corresponsal de la BBC en Silicon Valley, David Lee.