Isaura y Delories, dos hermanas golpeadas por la tragedia de la negligencia que ha dejado a su familia en bancarrota

Isaura y Delories, dos hermanas golpeadas por la tragedia de la negligencia que ha dejado a su familia en bancarrota

Isaura y Delories dos hermanas golpeadas por la tragedia de la negligencia que ha dejado a su familia en bancarrota

La familia de Isaura Encarnación, de 31 años de edad, quien estudiaba ingeniería civil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), conoció la tragedia en 2015 cuando una presunta negligencia médica la condenó a un estado de coma del cual aún no se recupera.

Isaura acudió al centro médico Integral II con un dolor en la parte baja de la cadera, por lo que la ingresaron sin explicar a los familiares qué tenía y administrándole fuertes medicamentos a pesar de padecer de anemia falciforme.

Sandra Méndez, madre de las jóvenes, cuenta al Periódico Hoy Digital que mientras se encontraba ingresada a Isaura le hicieron una transfusión de sangre que le ocasionó una reducción de hemoglobina y la hizo sufrir de neumonía, sin embargo el centro de salud asegura que la paciente adquirió la condición antes de ser ingresada.

“Al tercer día me dice mami, sáqueme de aquí, que me van a dejar morir”, recordó la mujer, quien afirmó que fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos de otra clínica, sin embargo, la situación no mejoró.

“Al otro día de ingresarla la entuban. No le amarraron las manos, ella desesperada, a los 10 minutos se quita los tubos y se produce una falta de oxígeno al cerebro. La dejaron en estado vegetal”, agrega.

Denunció que, luego de un mes, cuando su hija salió de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Centro Cardiovascular Dominicano (CECARDOM),cuatro enfermeras se aliaron con un médico para cobrarles a ella y su esposo alrededor de 28 mil pesos diarios por atender a la joven, alegando que «no podía estar con enfermeras normales».

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A Isaura le fue realizada una traqueotomía, diariamente se le aplicaban 10cc de agua con una jeringa. Méndez también cuenta que un día, una de las enfermeras decidió aplicarle 20cc del líquido a pesar de su rechazo a esta acción y que “inmediatamente le da un paro cardiorrespiratorio”.

Méndez reveló que debieron conseguir prestado un lugar cerca de la clínica para que los médicos fueran a ver su estado, pero luego tuvieron que regresar a su casa ubicada en el sector de Invivienda, Santo Domingo Este.

“Para ellos la niña está muerta, porque nunca volvieron por aquí a darle seguimiento”, sentencia.

Ya en su hogar, una masajista se hizo pasar por terapeuta provocando que el cuerpo de Isaura se encorvara. Ahora, la familia le da terapias buscando tutoriales en YouTube con la ayuda de una enfermera.

“Mueve un poco las manos, pies y se enoja cuando quiere dormir y escucha un ruido fuerte”, dijo. “Ella va avanzando poquito a poquito”, asegura.

Sin embargo, esta no sería la única adversidad a la que tendría que hacer frente la familia que en 2018 vio como Delories Encarnación, la hermana menor de Isaura de 30 años fue diagnosticada con síndrome nefrótico, una condición que afecta a los riñones ocasionando la liberación de demasiada proteína en la orina, condición con la que aún lucha.

Asimismo, Méndez dijo que tras padecer de fuertes dolores de cabeza Delories fue ingresada en un centro de salud en el que tras su ingreso solo le informaron que “Ya no había nada que hacer”.

Hoy, tras un mes ingresada en un centro de salud y aún con este mal aquejándola fue dada de alta, pero la familia no puede honrar su deuda que asciende a RD$400,000.00, ya que está en bancarrota debido a la situación en la que se encuentra Isaura.

Sin contar, que Dolories aún necesita recibir atenciones médicas, así como, como pañales, sábanas desechables, vinagre blanco y betadine para Isaura, por lo que se ven en la necesidad de acudir a la solidaridad de los demás solicitando donaciones para poder costear la situación de ambas hermanas.

Aquellos que quieran realizar sus donaciones pueden comunicarse directamente con Sandra Méndez al teléfono 809-905-0241.  

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