NUEVA YORK . — Aaron Hicks y Luis Severino, dos de las mayores decepciones de los Yanquis en la temporada anterior, se encargaron de que el equipo rebasara la marca de .500 por primera vez en este año.
Hicks bateó dos jonrones, incluido uno de dos carreras que significó la ventaja en el séptimo episodio, y Severino ganó como abridor por primera vez desde septiembre de 2015. Nueva York superó el jueves 3-2 a los Rays de Tampa Bay.
Severino (1-0) recetó 11 ponches, la mayor cifra de su vida, a lo largo de siete innings. El dominicano retiró por esa vía a cuatro de sus últimos cinco adversarios.
El año pasado, Severino tuvo un récord de 0-8 como abridor, y se había ido sin victoria en sus 13 inicios previos. El derecho de 23 años, quien impresionó con un récord de 5-3 durante los últimos dos meses de la campaña de 2015, se había preguntado si los Yanquis sólo le veían futuro en el bullpen.
«Esta noche nos demostró lo que es capaz de hacer», resaltó el manager Joe Girardi.
Se esperaba que Severino fuera una parte importante de la rotación la temporada anterior. En mayo, fue enviado a las menores. A su regreso, pasó tiempo en el bullpen y en la rotación.
«Algunas veces me esforzaba demasiado para lanzar perfecto», comentó el pitcher de Sabana de la Mar. «Este año trato de lanzar más el cambio y de controlar mejor la recta».
Nueva York completó una barrida en la serie de tres enfrentamientos y enhebró su cuarta victoria consecutiva, luego de comenzar la campaña con una foja de 1-4.
Hicks disparó un jonrón en el primer inning, bateando de zurdo ante Matt Andiese. Como diestro, desapareció la pelota frente al boricua Xavier Cedeño, para voltear una desventaja de 2-1.
El venezolano Ronald Torreyes pegó un sencillo con un out en el séptimo capítulo, ante el nicaragüense Erasmo Ramírez. El manager Kevin Cash decidió entonces colocar en la lomita a Cedeño (1-1), el único zurdo disponible en su bullpen.
Jacoby Ellsbury conectó una roleta para un out forzado, pero Hicks encontró un cambio de velocidad y desapareció la esférica entre las butacas del prado izquierdo.
Adquirido a Minnesota en noviembre de 2015, Hicks bateó para .217 con 31 impulsadas en una mala campaña que marcó su debut con Nueva York.
Por los Rays, el venezolano Jesús Sucre de 2-1 con una impulsada.
Por los Yanquis, el dominicano Starlin Castro de 3-1. El venezolano Torreyes de 3-1.