Por: Sergio Antonio Grullón Mejía
Domingo Marte es un hombre polifacético que imprime pasión a sus actividades. A sus 85 años, domina tres grandes campos del conocimiento: wizzen (sabiduría espiritual), kunst (artístico) y wisheit (científico y técnico). Mantiene viva esa llama interna por aprender y enseñar, demostrando su cupido sciendi.
Pertenece a una estirpe de hombres que se bastan por sí mismos y, como una “hormiga atómica”, trabaja insaciablemente, comprometido inquebrantablemente con el progreso de la República Dominicana, al cual conoce por su periferia y sus entrañas como lo atestiguan sus libros fotográficos “Ecos de la Costa: Travesía por el Litoral Marino Dominicano” (Editora Amigo del Hogar, 2016, p. 455) y “Ríos Dominicanos: Redes de Vida” (Editora Amigo del Hogar, 2022, p. 301).
Ese profundo amor y conocimiento del territorio dominicano se refleja en su novela histórica “Madre de las Aguas” (Editora Amigo del Hogar, 1999, p. 193), la cual ha sembrado muchas enseñanzas e inspirado numerosas iniciativas, incluida la reciente declaratoria de la Biósfera Madre de las Aguas en la Cordillera Central. Su legado se manifiesta no solo en su vida junto a su amadísima esposa Denny, sino también en sus escritos, a los que se agrega su libro “Frutas en República Dominicana” (Editora Amigo del Hogar, 2020, p. 302), un despliegue textual y de hermosas imágenes con las especies frutales que existen en nuestro país.
Su última novela “Hijo de la Duda” (2022) comienza en Texas, donde Domingo continuó sus estudios universitarios después de haberse graduado en el otrora Instituto Politécnico Loyola, de San Cristóbal. Combinando un lenguaje comprensible con el ritmo y musicalidad de aliteraciones campestres, el libro, por medio de su personaje principal, nos lleva también a recorrer el país de punta a punta en busca de sus posibles progenitores.
Su drama gira en torno a la relevancia y confiabilidad de las evidencias, incluyendo la veracidad de los testimonios lo que lo convierte en una lectura recomendada en las escuelas, academias policiales, y facultades de ingeniería, medicina y derecho.
Esta preocupación por la verdad y la evidencia encuentra su eco en la filosofía del escepticismo, originada en las ideas de Pirrón de Elis, que pone en duda todo y sostiene que nada se sabe con certeza, incluso cuando las cosas parecen ir bien. Para el escéptico, alcanzar el estado de ataraxia —serenidad y tranquilidad mental, libre de perturbaciones y ansiedades— implica aceptar lo que podría considerarse “la voluntad de Dios”; es decir, aceptar que “cuando se cierra una puerta, se abre otra”. La novela comienza con el escepticismo y la duda, cerrando su ciclo con la fuerza más liberadora y central de la fé cristiana: el perdón.
Además de su notable contribución en publicaciones literarias, Domingo Marte ha publicado cientos de artículos de opinión en los diarios nacionales sobre temas de desarrollo, los que casi siempre se acercan a las soluciones y las propuestas. Lo que asombra es que haya incursionado en el campo literario en la edad madura, habiendo escrito decenas de cuentos literarios, varios de ellos galardonados, e incluidos en antologías, y publicaciones colectivas del taller Pasión por los libros, que dirige la afamada escritora Ángela Hernández Núñez, demostrando que la pasión por la escritura y la creatividad no tienen límite de edad y pueden florecer en cualquier etapa de la vida.
- El autor es ingeniero industrial y de sistemas del Georgia Institute of Technology. Fue el primer director del ITLA (2000-2004). Reside en Georgia, Estados Unidos de América.