Hillary Clinton y Donald Trump, juntos contra el Acuerdo Transpacífico

Hillary Clinton y Donald Trump, juntos contra el Acuerdo Transpacífico

 Washington.– El Acuerdo Transpacífico (TPP, en inglés) cuenta con un oscuro futuro en EE.UU., a juzgar por las insistentes críticas frontales de los dos candidatos a la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, uno de los pocos temas en los que los dos rivales están de acuerdo.

La primera economía mundial no ha estado exenta de los efectos negativos de la globalización, que ha provocado que como en otras economías avanzadas puestos de trabajo e industrias se desplacen a otros países en busca de menores costes y mayor competitividad.

Una de las regiones donde se han sufrido más de cerca las consecuencia de la desindustrialización y deslocalización es Detroit (Michigan), epicentro de la industria automotriz estadounidense y hasta hace poco uno de los focos manufactureros del país.

Precisamente en Detroit fue donde Trump y Clinton hicieron parada esta semana durante sus campañas para criticar los acuerdos comerciales, especialmente el TPP, firmado a comienzos de año entre EE.UU. y otras once economías de la cuenca del Pacífico (México, Chile, Australia, Japón y Perú, entre ellas). “Tengo un objetivo fundamental, quiero que los trabajos y la riqueza se queden en EE.UU.”, enfatizó Trump el lunes, en un discurso en el que insistió en su intención de sacar al país del TPP y renegociar el tratado de libre comercio de Norteamérica (TLCAN), sellado con México y Canadá hace dos décadas.

Apenas unos días después, el jueves, Clinton visitó la localidad de Warren, a las afueras de Detroit, donde prometió detener “cualquier acuerdo comercial que destruya trabajos y rebaje los salarios, incluido el TPP». “Me opongo ahora, me opondré tras las elecciones, y me opondré como presidenta”, agregó.

La postura de Clinton en esta materia es controvertida, ya que ha pasado de afirmar que el TPP sería el “estándar global” de los pactos comerciales cuando era secretaria de Estado de EE.UU., a oponerse frontalmente al acuerdo, y algunos legisladores han insinuado que podría matizar su postura de llegar a la Casa Blanca.