El expresidente Hipólito Mejía declaró que el gran enemigo del desarrollo de los dominicanos es la “corruptela” con los fondos públicos y la impunidad que garantizan los poderes del Estado a esas perversas acciones.
“Tenemos que luchar todos, los sectores sociales, políticos, líderes comunitarios, por aumentar la confianza en el destino del país, devolverle la esperanza de los dominicanos, que comprendamos que no todo está perdido en el país”, dijo.
Invitó a los amplios sectores sanos y preocupados por el desarrollo a que se lancen a las calles para derrotar la protección a la corrupción y la falta justicia en sentido general.
Dijo que esos sectores deben unir sus esfuerzos con los dirigentes políticos y sociales que han probado su honestidad en el desempeño de las funciones públicas y privadas.
Mejía dijo “por eso estoy en la calle doce y trece horas diarias y voy a seguir luchando contra la corrupción, la impunidad y la falta de justicia”.
Para ganarme las elecciones, afirmó, van a tener que darme un toletazo en el cabeza bien duro. A mí hay que ganarme en la calle del medio, insistió.
“Para ganar la convención y luego las elecciones hay que inscribir a la gente en el PRM”, indicó Mejía. Proclamó que, aunque tiene “cincuenta, más veintiocho años”, no se va a quedar en Gurabo y en el capital sentado. “No No, no, no y no”, proclamó, aquí hay que echar el pleito”.
“Al país le hace falta transparencia, en la vida pública y en la privada, iniciando por el Partido Revolucionario Moderno, PRM, Si no somos transparentes, vamos a seguir engañándonos y no podemos ser mentirosos, para tener calidad moral y ganarnos la confianza electoral y política de la población que aspira a vivir en una sociedad distinta, segura, próspera y digna, en la que todo el dominicano tenga esperanzas de vivir y poder superarse para construir su familia.
Mejía resaltó su conducta en el manejo de los recursos públicos, recordó que por eso lanzó un reto en un documento público y puso reclamó que, si alguien decía que le había topado con el pétalo de una rosa, a los fondos del Estado, entregaba su patrimonio.
“Esa conducta la traemos desde mi abuela, quien decía, que la experiencia es madre de la sabiduría”, afirmo.
“El gran problema de este país son los ladrones, los que se han robado el país con toda impunidad a eso hay que ponerle control. La miseria que hay en muchas partes del país se debe a que un grupo de gente se ha robado el país. Eso debe ser revertido para beneficio del país y de la democracia”.