Por Kelvin Pascual y Juan María Ramírez
Mientras el expresidente Hipólito Mejía afirma que los estadounidenses están acostumbrados a irrespetar a los “países amigos” y define la prohibición a la exportación de azúcar del Central Romana “una bofetada al pueblo”, el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica llama a la población a mantener la “cabeza fría” y a fomentar el respeto y las buenas relaciones entre RD y Haití para preservar el sosiego.
El exgobernante expresó “yo no sé pero es una bofetada al pueblo dominicano. Es un comportamiento que no es nuevo de los americanos. A mí me pasó, pero cuando tuve que decir sí, lo dije, pero cuando tuve que decir no, dije no”.
Aseguró que la medida de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no tiene sentido, pero que ahora parece que esa es la norma del gobierno de Estados Unidos.
“Ya yo lo viví con el gobierno de George Walker Bush y los amigos del Caribe. Ellos utilizaban el mismo tema, de irrespetar. Es un irrespeto público. Acostumbran ellos a hacer eso”, sostuvo Mejía.
Sin desenfreno
El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (Codue) considera que hoy más que nunca es necesario que los dominicanos tengan la “cabeza fría” para no dejarnos llevar por las pasiones naturales, fomentar el respeto y las buenas relaciones entre las naciones.
El presidente de la entidad, pastor Feliciano Lacen Custodio sostuvo que la gravedad de la situación en Haití ha superado lo imaginable, y que de forma lamentable las soluciones siguen sin presentarse, pues ese desastre tiene dueños que no quieren aceptar su responsabilidad y beneficiarios que no tienen el menor interés en que sean resueltos.
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“Es falso que en República Dominicana exista racismo y discriminación, como han dicho en foros y organismos internacionales, ya que nuestra nación es de la más diversa en cuanto a color de piel por las mezclas culturales”, sostuvo Lacen Custodio.
El eclesiástico explicó que como comunidad de fe “vivimos y conocemos nuestra historia”, de igual manera advertimos los planes dañinos de organismos internacionales de crear un clima de inestabilidad y tener excusas para sancionar a nuestro país, el cual mantiene su compromiso con el respeto absoluto a los derechos humanos y su permanente solidaridad con el pueblo haitiano.
Consideró que cada país, como el caso de la República Dominicana, tiene su derecho soberano de cómo dirigir sus procesos migratorios, cuándo y cómo deportar a las personas, sin tener que ser racista en cuanto a las deportaciones y utilizando el protocolo que la misma ley establece. Somos un país solidario y respetuoso con los derechos humanos.
Unicef falsea
Lancen Custorio estima que no es verdad tampoco lo dicho por Unicef en cuanto a que se han deportado 1800 niños sin sus padres.
Insta a que presenten los datos y porque no lo habían denunciado antes.