MADRID — Una nueva generación de líderes políticos jóvenes y hábiles con los medios pugna por alcanzar la presidencia de España tras las elecciones generales del domingo. Todos son hombres y todos son menores de 50.
Se espera que los comicios produzcan un parlamento profundamente dividido y es probable que el más votado tenga que sentarse a negociar una complicada alianza de gobierno.
A continuación, un vistazo a los principales candidatos que aspiran a liderar el gobierno:
PEDRO SÁNCHEZ
Sánchez, el líder del Partido Socialista y actual presidente, aspira a lograr otro inesperado giro político
El mandatario se vio obligado a convocar elecciones anticipadas cuando su gobierno en minoría no logró aprobar los presupuestos en febrero.
Ahora, todos los sondeos prevén que los socialistas adelantarán al conservador Partido Popular y serán los más votados el domingo, aunque se quedarán lejos de una mayoría parlamentaria.
Eso sería otra victoria inesperada para el exjugador de baloncesto de 47 años, que perdió temporalmente el liderazgo de su partido en 2016 en una disputa interna tras dos demoledoras derrotas en elecciones generales consecutivas.
Sin embargo, los militantes del partido devolvieron a Sánchez la secretaría general del partido a mediados de 2017 y un año más tarde completó una llamativa maniobra política al convertirse en presidente del Gobierno tras forzar a su predecesor, Mariano Rajoy, a afrontar una moción de censura por los casos de corrupción que envuelven al Partido Popular.
PABLO CASADO
Casado afronta sus primeros comicios al frente del Partido Popular, la principal fuerza conservadora de la política española durante las últimas tres décadas.
El abogado de 38 años, que ha dedicado la mayor parte de su carrera a la política, asumió el mando de la formación en julio prometiendo limpiar la corrupción con una estrategia de tolerancia cero.
Casado ha llevado el partido a una línea más conservadora y pedido más dureza ante el independentismo catalán. El objetivo es frenar la sangría de votos hacia el partido de centroderecha Ciudadanos, percibido como más duro en la cuestión catalana, y el grupo de ultraderecha Vox.
ALBERT RIVERA
Rivera, de 39 años, es de todo menos tímido. Campeón universitario de debate y jugador de waterpolo en su juventud, Rivera hizo su debut político en 2006 a los 27 años, cuando posó desnudo para un cartel de campaña.
Desde entonces dirige Ciudadanos. Lo que comenzó como un partido diminuto en Barcelona, creado para combatir el secesionismo catalán local, se ha convertido en un partido nacional.
El partido de Rivera, que se presenta como el campeón del libre mercado, ha intentado labrarse un espacio en el centro de la política española, atrayendo votantes tanto de los socialistas como del PP.
Su condición de recién llegado se ve amenazada ahora por el nuevo Vox, que también atrae votantes conservadores.
PABLO IGLESIAS
Iglesias parecía encaminado a liderar un gran auge de la izquierda en 2015. Ahora, el otrora comentarista político en televisión está teniendo problemas para mantener de una pieza su partido de ultraizquierda Unidas Podemos.
La formación ha sufrido luchas internas entre sus líderes y los sondeos apuntan a que pagará un alto precio.
Tras regresar de la baja de paternidad para cuidar de los mellizos prematuros que tuvo con la número dos de su partido, Irene Montero, Iglesias, de 40 años, intenta reavivar la indignación de los desempleados y los más perjudicados por las medidas de austeridad.
Sánchez podría necesitar a Iglesias para respaldar una coalición.
SANTIAGO ABASCAL
Abascal es el hijo de una familia amenazada por el ahora desaparecido grupo armado ETA en su País Vasco natal.
Comenzó su carrera como miembro del Partido Popular y ahora espera que él y otros líderes de su partido Vox se conviertan en los primeros parlamentarios de ultraderecha que se sientan en el Congreso de los Diputados desde la década de 1980.
El mensaje de Vox, que significa “voz” en latín, es defender España de lo que considera los peligros del separatismo, la inmigración musulmana, el feminismo y los progresistas.
Abascal, de 43 años, defiende sin complejos la caza, la tauromaquia y los valores familiares tradicionales católicos.
Ha dicho que quiere “reconquistar” España, una referencia a la expulsión de musulmanes y judíos del territorio español en el siglo XV.
Abascal, que porta un arma, ha pedido que se retiren el estricto control de armas en España.