Puedes llorar porque se ha ido
O puedes sonreír porque ha vivido.
Puedes cerrar los ojos
Y rezar para que vuelva,
O puedes abrirlos y
Ver todo lo que ha dejado;
Tu corazón puede estar vacío
Porque no lo puedes ver,
O puede estar lleno del amor
Que compartiste.
Puedes llorar, cerrar tu mente,
Sentir el vacío y dar la espalda,
O puedes hacer lo que a él le gustaría:
Sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.
Poema escocés.
El tiempo cura todas las heridas: las físicas y las del alma. Hace más de cinco meses que mi hermano Peng Sien se fue a descansar, después de 63 años de intensa lucha desinteresada por un mundo mejor. Ha sido un proceso duro para nuestra familia. Aceptar la ausencia, recordarlo en sus prolongados silencios, en sus bromas que tanto nos molestaban y que hoy extrañamos, recordarlo en las palabras de sus amigos y compañeros que no solo nos dieron aliento, sino que nos enseñaron otra dimensión de su vida: su seriedad en el compromiso social, su afán por cumplir sus tareas y su capacidad de reflexionar y escuchar. A todos ellos les damos las gracias.
A través de estos meses Peng Sien ha sido objeto de reconocimientos. El primero fue organizado por el Foro de Municipalistas. Domingo Matías, el promotor del acto, habló de los aportes de Peng Sien por darle mayor poder a los munícipes. Un acto hermoso y sensible. Después, los compañeros del desaparecido partido Comités Revolucionarios Camilo Torres (CORECATO), le organizaron un homenaje, reconociendo su capacidad de sacrificio y su increíble sentido del deber. El partido Opción Democrática, el último esfuerzo de mi hermano por inscribirse en un espacio de compromiso político, cuando inauguró su local, inauguró una sala con su nombre. Su amplia sonrisa ilumina el salón multiuso para conferencias y reuniones.
El pasado 22 de febrero el Museo Memorial de la Resistencia colocó en su honor la Placa Memorial en la Sala de Reflexión dice:
En Memoria
Peng Sien Rafael Sang Ben
Revolucionario comprometido
Luchó por una sociedad justa, inclusiva e igualitaria.
Fue un acto hermoso, al que no pude asistir, pues mi asma hizo de las suyas. Aunque era un día y una hora difícil, especialmente para llegar a la Zona Colonial, al museo fueron muchos amigos y compañeros de Peng Sien. Era un nuevo tributo a su vida. Compañeros de la vieja guardia de los CORECATO, de los municipalistas y de su partido Opción Democrática, así como una gran parte de la familia, y de amigos de ahora y de siempre.
Su compañera de vida, Mildred Dolores Mata, habló sobre la vida de sacrificio y compromiso de su compañero por más de 40 años. Mi hermana Muyien Sang de Suárez ofreció las palabras de agradecimiento a nombre de sus hermanos y familiares. Escribió desde las fibras más profundas de su corazón. Por eso quise tomárselas prestadas, para regalársela a ustedes:
“Desde muy temprana edad aprendimos en nuestra familia que Honrar Honra. Hoy a los 5 meses de su partida, se ha querido honrar la memoria de nuestro hermano Peng Sien, al develizar esta placa en el espacio consagrado a la Reflexión en este Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, donde se mantiene vivo el recuerdo de momentos trascendentes de nuestro país. Al preparar estas palabras de agradecimiento, he reflexionado en el por qué de este acto.
Hace unos días, vi un video de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, en el que hablaba del peligro de una historia única, de una historia contada en una sola versión. Decía que contar la historia de una persona o de un país desde una sola perspectiva nos hace correr el riesgo de caer en una incomprensión grave. Apunta que la historia múltiple ayuda a empoderar y humanizar. Y yo agrego, que también ayuda a hacer justicia.
En este Museo Memorial se cuentan historias de héroes, anónimos y no tan anónimos de nuestra historia reciente, de aquellos que se destacaron en la lucha por una sociedad justa y buena, antes y durante la dictadura de Trujillo y de los desmanes de los gobiernos posteriores ensombrecidos por el de Joaquín Balaguer. Es durante los gobiernos de Balaguer que nace esa llama revolucionaria en Peng Sien y sus deseos de búsqueda de una sociedad mejor.
Es en esos años que llevó sus actividades de una manera clandestina, y a veces peligrosa, tuvo la suerte de sobrevivir esa época y no ser uno de los nombres que están en el Mural donde aparecen las víctimas de los gobiernos de Balaguer. Ocasiones hubo, pero gracias a muchos ángeles que lo protegieron siempre, no fue una víctima más.
Mucho se ha expresado del trabajo tesonero de Peng Sien a favor de una sociedad más justa y equitativa. Su trabajo en la clandestinidad, su entrega a favor de un movimiento que persigue dar una vida más digna a los más desfavorecidos, a un país limpio de corrupción, entre otras muchas cosas, motiva a esta casa hacer que su nombre acompañe los nombres de las personas que aquí aparecen, y que desde sus respectivas posiciones también lucharon por una sociedad dominicana mejor.
Contar la historia de Peng Sien, dejar testimonio de su trabajo en el movimiento de la izquierda dominicana, de su caminar dentro de los movimientos que propician un cambio social en la República Dominicana, para que esta, nuestra nación sea mucho mejor, enorgullece a todos los miembros de su familia, y es por esto que agradecemos profundamente al Museo Memorial de la Resistencia Dominicana que haya acogido su quehacer para incluir su nombre en esta Sala de Reflexión.
Gracias a todos los que han colaborado para que este momento fuera una realidad, nuestra gratitud a sus amigos que nos han dado a conocer ese lado de la historia de la vida de Peng Sien y de nuevo, nuestro agradecimiento al Museo de la Resistencia, especialmente a doña Luisa de Peña, directora del Museo y a Laura Pérez, encargada de Actividades, por recibirnos y permitirnos tener en este lugar parte de nuestro corazón. Gracias a todos ustedes que nos acompañan.
Hoy todos forman parte de nuestra familia. Muchas gracias”.