Como una forma de aligerar el sufrimiento de los niños que padecen distintas enfermedades, el Hospital General Docente de la Policía Nacional (Hosgedopol) incorporó en todas las áreas un novedoso plan, donde miembros del cuerpo del orden se disfrazan de personajes infantiles y colaboran con los médicos en la administración de los medicamentos y terapia.
“La intención de estas actividades lúdicas, es para hacer más llevadero a los niños esos momentos tan difíciles, como el de las diálisis, donde en el proceso le dan síntomas tremendos; sin embargo cuando el equipo de animación se les acerca, se sienten muy bien y hasta bailan aun postrados en sus camas”, explicó el coronel Juan Gautreaux Martínez, sub director Administrativo del Hosgedopol y creador de programa en el hospital.
En cualquier momento de la mañana o la tarde, los pasillos del hospital policial se pueden transformar en un ambiente de emociones por la complicidad de los payasos y personajes que son caracterizados por miembros de la Policía, quienes se han convertido en especialistas en cambiar el dolor de los infantes por hermosas sonrisas.
El coronel Gautreaux Martínez dijo que en el programa que inició en marzo de este año, se aplica de lunes a sábado, y desde que fue aprobado por el director ejecutivo del Hosgedopol, coronel médico José A. Alfaro, no ha parado de implementarse, debido a los resultados tan positivos que ha tenido.
Explica que otras áreas como la materno infantil, sala de espera, fisiatría, odontología pediátrica y hasta en el laboratorio los niños que esperan ser atendidos por los doctores, se disfrutan y recrean al máximo, lo cual ayuda a mantenerlos desestresados y felices en su delicado cuadro clínico.
Los cómplices de la felicidad
José Rafaél Paulino Germosén, un segundo teniente de la policía nacional, es el “Payaso Polin”, quien se encarga de la animación y de encarnar otros personajes jocosos como Mario Motoconcho (una especie dominicanizada de Mario Bros Car), Bob El Constructor, entre otros.
“Me siento bien de poder colaborar sacando el estrés de los niños que vienen con sus padres de la calle a tratarse y poniendo en su boca una pequeña sonrisa”, dice Paulino Germosén, quien inició en 1995 como policía juvenil siendo parte del programa Ppico.
Jenson Tapia Lora, es asimilado y tiene 16 años trabajando de payaso “Topoyin”. “Me encantan los niños y en este hospital que llegan niños con diferentes problemas uno busca que la pasen bien”, dijo el joven quien explica que hasta en los momentos en que se les debe aplicar las temibles inyecciones, su presencia como payaso los calma.
Andrés Rodríguez Santana, también es asimilado, con 37 años de experiencia como mago y payaso. Es otro de los encargados de dejar boquiabiertos a los infantes, con sus trucos y habilidades “sobrenaturales”, suficientes para sorprenderlos y trasladar sus mentes a un mundo mágico.
El casi centenar de niños que diariamente acuden a ser atendidos, reciben de este trío de jóvenes miembros de la policía con vocación infantil, una especie de sedante emocional con cada acto de magia y chiste, o cuando le obsequian un dulce, hacen un concurso donde se ganan un carrito, o reciben un globo en forma de perrito.