Cada 29 de septiembre se celebra el Día de San Miguel Arcángel y la fiesta de los Arcángeles San Gabriel y San Rafael.
San Miguel Arcángel es para los católicos uno de los principales ángeles. Su nombre es mencionado cuatro veces en la Biblia.
De acuerdo a dichos pasajes bíblicos, a San Miguel se le conocen cuatro oficios: pelear contra Satanás, rescatar las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente a la hora de la muerte.
También, ser el campeón del pueblo de Dios: los judíos en la antigua Ley, los cristianos en el Nuevo Testamento; por lo tanto, él era el patrón de la Iglesia, y de la orden de caballeros durante la Edad Media.
De igual manera, llamar de la tierra y traer las almas de los hombres a juicio, el nombre de Miguel significa “El que es como Dios” o “¿Quién como Dios?”.
Agrega que este Arcángel es el patrono de la ciudad de San Miguel de Allende, que en esta fecha tiene una de sus fiestas principales: la Alborada.
Tradicionalmente en esta fecha algunos devotos visitan el varón de cementerio, sobre todo el del camposanto de la avenida Máximo Gómez.
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La fiesta de San Miguel, como cada 29 de septiembre, se convierte en un fervor de tradiciones sincréticas, arraigadas en la población negra de la República Dominicana, en una celebración que enlaza tres misas en fila con una fiesta de cigarro en boca, trago de cerveza o ron en mano y música pagana.
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A San Miguel Arcángel, conocido también como “Belie Belcán”, nombre de una deidad de la 21 división del vudú, se le atribuye poderes protectores en contra de la influencia de malignidades que deambulan por las calles promoviendo el mal.
Es el jefe de los ejércitos de Dios. El protector de los inocentes y juez de la maldad. Guardián de los ejércitos cristianos y el Ángel que derroto a Satanás y lo echó del cielo con su espada de fuego. Se encarga, además, de purificar el planeta.
Normalmente estas deidades reúnen cientos de personas, acompañadas de cuadros, velas, velones, bizcocho y diferentes platos, que forman parte de los ritos de alabanza. El rojo y el verde predominan en las prendas que visten los centenares devotos que celebran con un rito entre dos caminos, lo católico y el vudú. Se suele celebrar con la estridencia de la música en plena calle, excesivos gritos manifestando exageradamente alegría y las frases vulgares que los efectos del alcohol les hacen pronunciar.
En el Distrito Nacional, el barrio San Miguel de la zona colonial, es la punta de lanza de la celebración, pues en la iglesia que lleva su nombre fue el primer templo en el que permitieron entrar a la comunidad negra en el periodo colonial.
Según el portal viajard, se realizan festividades en su honor en: Sainaguá, Haina, Montaño, Villa Altagracia, Nigua, Ingenio Nuevo, Rancho al Medio, Najayo, Los Asises, Doña Ana, La Plena, La Canela, en Pueblo Nuevo, Yaguate, en la provincia San Cristóbal. También en Paraíso y en Los Patos, en la provincia Barahona, al suroeste.
Lo mismo que en Puerto Plata, en la zona norte del país. En la provincia Santo Domingo se mantiene la tradición, sobre todo en Villa Mella (municipio Santo Domingo Norte), como es el caso de la familia Brazoban, en Mata Los Indios; celebraciones también en Los Castillos, La Victoria, La Ceyba, Batey de Yagua, Punta, Los Morenos. Este es el patrón de la comunidad de Cruz Grande, en la que se hacen procesiones en su honor.
¿Qué oración realizan?
San Miguel Arcángel, me encomiendo a tu protección y con fe te ofrezco esta vela. Ampárame e intercede por mí (y mi familia). Ayúdame a entender con todo mi ser que Dios me probé todo lo que necesito. Recurro a ti y a tu infinita misericordia en mi búsqueda de empleo. Me amparo en tu protección y con todo mi ser te pido que me ayudes.
Con tu escudo, protege mis acciones y decisiones. Con tu espada, dirige mis percepciones. Con tu balanza, guía mis reacciones. Como al dragón que vences a cada instante, ayúdame a vencer todos los obstáculos en mi camino hacia el empleo.
Rezan tres Ave María, rezan tres Padre Nuestro, rezan tres Gloria y terminan con la Señal de la Cruz.