La República Dominicana conmemora hoy el 178 aniversario de la batalla del 30 de marzo, librada en Santiago de los Caballeros, y que, junto a la del 19 de marzo, que tuvo lugar en Azua, constituyeron los primeros grandes enfrentamientos de la gesta independentista.
En Santiago los actos conmemorativos serán encabezados por el presidente Luis Abinader, quien asistirá a las 9:00 de la mañana al tedéum en la Catedral Santiago Apóstol.
Más tarde, el mandatario presidirá los actos que se realizarán en la avenida Las Carreras, en Santiago, antes de continuar una agenda de inauguraciones.
Tácticas semejantes
En una conferencia dictada ayer en el Museo Nacional de Historia y Geografía, José Miguel Soto Jiménez, historiador y exsecretario de las Fuerzas Armadas, destacó las similitudes de las tácticas empleadas en ambas batallas, donde la artillería y los “macheteros” dominicanos fueron fundamentales para derrotar a los militares haitianos.
Al describir los pormenores de la contienda en el Cibao, Soto Jiménez explicó que Ramón Matías Mella tuvo la misión de reclutar tropas mientras el general haitiano Jean-Louis Pierrot, que comandaba a unos 10,000 soldados, avanzaba por el noroeste dominicano de camino a Santiago.
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Para retrasar al contingente invasor, señaló el historiador, se le encomendó a Francisco Antonio Salcedo la tarea de “fuerza de cobertura”, un concepto militar que hace referencia a uno de los tipos de operaciones más riesgosas en una guerra.
“Salcedo hizo su trabajo de retrasar a los haitianos, presentándoles batalla, llegó retrocediendo hasta el río Yaque del Norte y le entregó la batalla a José María Imbert”, narró.
El académico apuntó que Salcedo, al llegar a Santiago, fue enviado a la retaguardia para “reconstituirse” por las bajas que habían sufrido sus tropas, para luego volver al combate.
Agregó que cuando los haitianos cruzaron el río Yaque del Norte, el general Pierrot mandó “a paso de carga” a combatir a las fuerzas dominicanas, pero estas recibieron a los invasores “a cañonazos” cargados de metralla y luego los “macheteros” jugaron un papel “brillante”.
En este punto, resaltó el historiador, se produjo una mortandad entre las filas haitianas parecida a la que se había visto en la batalla del 19 de marzo.
Una vez concluida la contienda militar en Santiago, sostuvo Soto Jiménez, las tropas haitianas fueron diezmadas mientras se retiraban a toda marcha del territorio dominicano.