Hugh Jackman y Taron Egerton desafían al cielo en “Eddie the Eaggle»

Hugh Jackman y Taron Egerton desafían al cielo en “Eddie the Eaggle»

Londres. Hugh Jackman y Taron Egerton protagonizan en “Eddie the Eaggle” una historia “inspiradora” y de superación que va más allá de una simple “película sobre deporte” y les lleva a desafiar al cielo con saltos de más de 70 metros de altura.   Los intérpretes presentaron hoy en Londres esta producción que muestra las hazañas de Michael Edwards, conocido como Eddie “El águila”, el primer atleta británico que participó en unos juegos olímpicos de Invierno en la categoría de salto de esquí.

El joven Taron Egerton se pone en la piel de Edwards, quien logra con la ayuda del retirado saltador de esquí Bronson Peary (Hugh Jackman) formar parte del equipo británico para los Juegos Olímpicos de Calgary (Canadá) en 1988, un sueño que perseguía desde niño.   En una conversación con Efe, Jackman, de 47 años, explicó que “esta no es solo una película sobre deporte” sino que se centra en el caso de “un chico que tiene una meta en su cabeza y que no va a parar hasta que la consiga».

“El público amará a Eddie porque no se rinde ni un poco. No tiene dinero, nunca ha tenido una oportunidad y lo que consigue con tan pocos recursos es inspirador”, apuntó el intérprete australiano conocido por sus papeles en “Australia” y “Les Misérables».   El actor inglés de 26 años Taron Egerton, coincidió con su compañero en la gran pantalla al afirmar que la cinta cuenta “la historia de una amistad entre dos personajes inusuales».

“Eddie está decidido a ir a los Juegos de Invierno y Peary es un tipo infeliz que ha perdido su camino. Son polos opuestos pero aún así ambos se resuelven sus problemas mutuamente”, explicó.   Además de ser el primer saltador de esquí británico en unos juegos olímpicos, Edward Stewart conquistó el corazón del público cuando, a pesar de quedar último en la competición, celebró su marca mientras aleteaba sus brazos como si fuera un águila en pleno vuelo.

El carisma y la espontaneidad del atleta británico provocó que Egerton no se pudiera “resistir” a interpretar a un personaje “tan único y maravilloso”, que rompe con la imagen típica de deportista debido a su bigote, sus gafas circulares y su pasión por beber leche a deshoras.