El ala-pívot congoleño español Serge Ibaka, que vivió su gran noche en el cuarto partido de las Finales de la NBA que disputa con su equipo de los Raptors de Toronto y ganaron a domicilio por 92-105, reconoció que habían logrado un gran triunfo, pero la serie todavía no estaba acabada.

“Después de la gran victoria que logramos en el tercer partido (109-123) todo el equipo se cargó de una gran confianza, pero lo que también tenemos muy claro es que la serie no ha concluido y por lo tanto tenemos que seguir haciendo mejor las cosas en el próximo partido”, declaró Ibaka al concluir el partido en el que aportó 20 puntos, cuatro rebotes y dos tapones.

Ibaka, que jugó 22 minutos y comenzó a ser decisivo a partir del segundo cuarto cuando entró al partido por el pívot español Marc Gasol, sorprendió por completó a la defensa de los Warriors, que nunca pudieron evitar sus canastas demoledoras desde dentro, fuera del perímetro y con mate.

“Ahora tenemos que volver a Toronto y completar el trabajo que hasta ahora ha sido perfecto”, comentó Ibaka, quien anotó 9 de 12 tiros de campo, acertó 1-1 desde fuera del perímetro, y lo mismo desde la línea de personal (1-1). Pero sobre todo impuso de nuevo su poder dentro de la pintura al conseguir dos tapones monumentales, que sumados a los seis que aportó en el tercer partido lo dejó con la marca de ocho, líder indiscutible del equipo en ese apartado del juego.

Ibaka, que estuvo de acuerdo con la estrella del equipo el alero Kawhi Leonard, el jugador que aportó un doble-doble de 36 punto, 12 rebotes y cuatro recuperaciones de balón, de que debían mantener la calma y la paciencia de cara al quinto partido, alabó la figura de su compañero como el jugador modelo que siempre responde a lo que se le pide.

“Es el mejor jugador que hay en la liga, siempre te da todo el apoyo que necesitas y responde en cada momento, de ahí que el equipo reaccione en los momentos más complicados”, comentó Ibaka, que disputa sus segundas Finales de la NBA después de haberlas disputado por primera vez con los Thunder de Oklahoma City en el 2012, que perdieron por 1-4 ante los Heat de Miami.

Ibaka es consciente que está a las puertas de su gran triunfo como profesional y con una franquicia que llega por primera vez en sus 24 años de historia a las Finales de la NBA, porque lo que se siente aun más comprometido con alcanzar el título que pueda darle a los seguidores de los Raptors la gran alegría que se merecen.