Johannesburgo.– Iberia ha diseñado una estrategia sostenible de costes que le permitirá mejorar la experiencia del cliente y continuar con la transformación iniciada hace cuatro años, un proceso en el que se incluye el nuevo ERE voluntario, anunciado la semana pasada, para 1.000 trabajadores.
El director comercial de Iberia, Marco Sansavini, dijo a los periodistas en Johanesburgo, donde relanzó la ruta Madrid-Johannesburgo, que el ERE responde a “que sigue existiendo ineficiencia de costes». “Aún tenemos margen de mejora en cuanto a sostenibilidad”, apuntó, al destacar que el objetivo de la aerolínea es “convertirse en la mayor base aérea en el sur de Europa».
La aerolínea apuesta también por mejorar su producto con nuevas rutas como Puerto Rico, Shanghái, Johannesburgo y Tokio ,este trayecto se inaugurará el 18 de octubre de este año-, así como con el incremento de frecuencias a Lima, Los Ángeles o Boston y nuevos servicios a bordo relacionados con la conectividad y el confort.
Sin embargo, la subida del precio de combustible y la competencia del mercado hace “difícil mantener los precios” y “supone un reto adicional” para la empresa hasta que se vuelva a corregir la oferta y demanda en el sector, explicó Sansavini.
Iberia ha rescatado este histórico destino tras un parón de tres años por “falta de rentabilidad». Ahora esperan recuperarla al bajar los costes con los nuevos aviones de Airbus de la familia A330-300 que, además, reducen sus emisiones de CO2 en un 15 por ciento; y con una alta demanda por el atractivo turístico de Sudáfrica y una divisa favorable.
“España es el sexto país en relaciones comerciales con Sudáfrica, una intensidad comercial que favorece el desarrollo de esta ruta, ya que alrededor de 150 empresas españolas se encuentran en el país, por tanto hemos decidido utilizar los Airbus 330 con 36 plazas business, en relación a las 19 del modelo anterior”, matizó el director comercial.
Para potenciar esta ruta, la aerolínea ha cerrado un acuerdo con Comair (franquicia de su socio British Airways) para facilitar conexiones desde el aeropuerto sudafricano a las localidades de Ciudad del Cabo, Port Elizabeth y Durban, en Sudáfrica; y con Windjhoek, en Namibia, y Victoria Falls y Harare, en Zimbabwe.
“Todos los vuelos triangulares tienen costes complejos, por ello es prioritario aumentar la frecuencia de vuelos con Johannesburgo que alargar la ruta a otras ciudades”, concluyó Sansavini.