La utilización de combustibles fósiles para la producción de energía es uno de los factores que más influyen en la contaminación ambiental, generando preocupación entre expertos que argumentan que existen alternativas más sostenibles para generar electricidad.
Durante la cuarta semana de la justicia climática, Max Puig, vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), expuso los riesgos asociados al uso de estos combustibles.
“No es solamente que hace más calor, sino que se están provocando fenómenos extremos, se derriten los polos, se derriten los glaciares, sube el mar y se producen con más frecuencia fenómenos atmosféricos”, dijo Puig, añadiendo que “nosotros somos un país amenazado por ese fenómeno”.
El vicepresidente subrayó la necesidad de una respuesta conjunta entre el gobierno y la sociedad. “Es el problema más grave de nuestros tiempos”, afirmó, instando a tomar medidas urgentes.
La necesidad de un cambio en el modelo energético
El ambientalista Darío Solano también se pronunció sobre la situación, afirmando que es crucial cambiar el modelo de producción de energía, ya que el actual “está por encima de los intereses de la comunidad” y prioriza el comercio.
Solano lamentó que, a pesar de contar con abundantes recursos naturales, el país siga dependiendo del petróleo: “Una isla que justamente tiene suficiente agua, un sol bien fuerte, ¿no puede producir energía a partir de esas perspectivas?”, se cuestionó.
Además, recordó la iniciativa del presidente Luis Abinader de crear ‘Un pacto por el clima’, expresando su deseo de participar en la definición del modelo de desarrollo para asegurar que esta proclamación genere resultados y no se quede solo en una idea innovadora.
También puede leer: Identifican cambios tempranos en el cerebro que podrían anticipar el riesgo de alzhéimer
“Ahora también da vergüenza que en el Senado de la República trataron de modificar la Ley de Residuos Sólidos”, comentó Solano, visiblemente indignado.
Cambio climático: un fenómeno global
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, principalmente debido a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Esto genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas.
Para mitigar estos efectos, la ONU sugiere diversas acciones, como:
Ahorrar energía: en vista de que la mayor parte de la electricidad en los hogares funciona con carbón, petróleo y gas, disminuir su uso puede reducir la huella de carbono hasta en 900 kilogramos de CO2 equivalente al año.
Cambiar el tipo de energía: cambiar a fuentes renovables, como la eólica o la solar puede resultar beneficioso para el planeta. O bien, instalar paneles solares en tu tejado para generar la energía de tu vivienda.
Desplázate a pie, en bicicleta o en transporte público: Las carreteras del mundo están saturadas de vehículos, la mayoría de los cuales usan diésel o gasolina. Caminar o ir en bicicleta, en lugar de conducir, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y supone un beneficio para la salud y la forma física.
Cambia a un vehículo eléctrico: Si estás pensando comprar un coche, considera la posibilidad de adquirir un modelo eléctrico, ya que cada vez se comercializan más modelos a un menor precio. En muchos países, los coches eléctricos contribuyen a reducir la contaminación atmosférica y causan muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero que los vehículos de gasolina o diésel.
Consume menos, reutiliza, repara y recicla: los aparatos electrónicos, la ropa y otros artículos que compramos generan emisiones de carbono en cada eslabón de la cadena de producción, desde la extracción de las materias primas hasta la fabricación y el transporte de los productos al mercado.
Come más verduras: Comer más verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y menos carne y productos lácteos, puede reducir considerablemente tu impacto medioambiental. La producción de alimentos de origen vegetal suele generar menos emisiones de gases de efecto invernadero y requiere menos energía, tierra y agua.