La pandemia también ha acelerado proyectos propios de la globalización

A Luis Abinader, presidente de la República Dominicana

Hace más de un año asistimos, como protagonistas y como observadores, a uno de los eventos de mayor trascendencia que registra el final del siglo XX y los primeros 20 años del siglo XXI: la pandemia que surgió del virus covid-19, acontecimiento que nos sacudió por entero y cuyas consecuencias tangibles e inmediatas se encuentran en la muerte de millones de personas en el mundo, en un confinamiento, aún no descrito y en un terror que superó la imaginación y hasta la misma ciencia ficción.

Durante ese tiempo, nos detuvimos en observar y analizar muchos de los aspectos que afectaron de manera disruptiva al sector laboral, educativo y social.

Desde luego, son variados los efectos negativos, pero como otros aspectos de la vida, también la pandemia ha acelerado proyectos, programas que venían del centro mismo de la globalización. Por ejemplo, la revolución digital toma un ritmo vertiginoso. Contemplamos una transformación exponencial del sector.

El ser humano se caracteriza por poseer una de las condiciones cognitivas que le ha hecho evolucionar a lo largo del tiempo: la capacidad de adaptación a su entorno. Actualmente nos encontramos ante una situación de alerta sanitaria generalizada que traspasa todas las fronteras.

Esta reflexión, lo planteamos en una serie de artículos que agrupamos de esta manera: la primera serie estará dirigida a la evaluación, desde nuestra óptica, de los principales impactos económicos derivados del curso de la pandemia, tanto a nivel internacional como local.

Igualmente, abordaremos las principales consecuencias y los importantes desafíos para las naciones producto de la pérdida de ingresos y la reducción de la actividad económica, desde luego creando una dualidad, pues, en general, las economías avanzadas tienen un mayor crecimiento debido a amplios estímulos fiscales y monetarios y al hecho de que están enfrentando con mayor eficiencia el proceso de vacunación.

Una parte importante de las economías emergentes experimentan un incremento económico menor. Lo lógico es que después de presentar la proyección de la economía internacional, pasáramos al efecto en la economía dominicana, pero lo dejaremos para último en este proceso amplio de estudio.

¿Por qué?: porque, en adición al efecto que tendrá en nuestro país la economía internacional, hay dos aspectos que consideramos fundamentales tratar: la ferocidad de la implementación de cambios tecnológicos en el proceso de la pandemia y como el país tiene que hacer reformas para poder acceder, de una manera profunda, al proceso de la globalización.

La segunda serie tratará sobre los avances tecnológicos y su aceleración experimentada producto del covid-19. Veremos cómo lo que se tenía previsto para desarrollarse en varios años, se aceleró a ritmos inconcebibles, de tan solo meses.

La filosofía del trabajo desde casa inicia un enfoque renovado: la colaboración inteligente y las oficinas del futuro.

Estamos entrando en una época en donde el objetivo principal de las empresas no es emplear su presupuesto para mejorar infraestructuras y empleomanía, sino que su enfoque se inclina hacia la productividad, independientemente de donde se encuentren.

La situación actual revela la importancia del cambio de enfoque del sistema económico de muchas naciones, incluida nuestra República Dominicana.

En la tercera serie. plantearemos la necesidad de ampliar y aprovechar la globalización. Ejemplificamos, el éxito de Vietnam, donde el principal enfoque es la diversidad y especialización de las exportaciones.

Este país, que pasó por tres terribles guerras y que para el 2008 se caracterizaba por la extrema pobreza, en apenas doce años se convirtió en el país del mundo con mayor crecimiento en las exportaciones y proyectado para crecer más del 6% en el 2021.

La pandemia se constituyó en una crisis sanitaria, con consecuencias mortales, sin distinción.

Sectores tan relevantes como salud, educación, trabajo han sido afectados profundamente en sus estructuras, tanto que llegó a entorpecer el funcionamiento de un gran número de economías del mundo.

Sin embargo, es probable que las secuelas de esta pandemia incluyan aspectos favorables como la disminución en la brecha tecnológica.

No obstante, sacó a flote problemas estructurales y sociales que deben ser enfrentados con decisión para nuestro país, y así garantizamos que el impulso de estos aspectos será ampliamente favorable para todos los ciudadanos