La recesión ha sido más profunda en los países que dependen del turismo
A Luis Abinader, presidente de la República Dominicana
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En el artículo anterior, tratamos el impacto que sufrió la economía internacional a causa de los efectos del confinamiento producto del covid-19, situación en que las economías de Europa y Asia Central contrajeron su nivel de actividad económica en 2.9% y 2.0% respectivamente en el 2020; asimismo las economías de América Latina y el Caribe cayeron a una tasa promedio de 6.9% y 7.0% durante el año pasado, de acuerdo al BM y el FMI.
Igualmente, las economías del Medio Oriente y África del Norte su PIB cayeron en 5.0%, mientras que las economías de Asia del Sur y el África Subsahariana experimentaron contracciones de 6.7% y 3.7%, respectivamente.
La aplicación de las distintas medidas adoptadas por los países ha desatado incertidumbre en cuanto a la recuperación económica para el año 2021. The Wall Street Journal llevó a cabo una encuesta entre destacados economistas para conocer sus proyecciones económicas para el año 2021.
La mayoría de estos profesionales entiende que la economía americana crecería aproximadamente un 6.4% que, de cumplirse, indicaría el fin de la recesión.
Los bancos de inversión Goldman Sachs y Barclays, así como la consultoría Moody´s Analytics, estimaron que la estrategia millonaria de estímulo fiscal que está impulsando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, animó sus expectativas de recuperación económica para el 2021.
No obstante, en este escenario de incertidumbres, al menos existe una certeza positiva – que estuvo ausente durante buena parte de la crisis financiera acaecida hace una década – la determinación de los principales gobiernos y bancos centrales de aplicar todas las medidas laborales, fiscales y monetarias necesarias para suavizar el impacto del shock e intentar minimizar las cicatrices permanentes que pudieran producirse en el tejido social y empresarial.
La recesión ha sido particularmente más profunda en aquellos países cuyo nivel de actividad depende del turismo y de la exportación de mercancías, ocasionando tasas de desempleo que superan en 1.5% al nivel existente antes de la pandemia en países avanzados y en países emergentes.
De igual manera, la participación de la mano de obra en el mercado de trabajo se redujo durante la pandemia.
El desempleo en las economías avanzadas fue de 6%, afectando en mayor proporción a los trabajadores de bajo nivel de entrenamiento, con una tasa de participación cercana al 75%. Esto tiene un impacto directo en la demanda y, al mismo tiempo, contribuye a disminuir la distribución de la renta y los niveles de pobreza.
Para aliviar estos efectos muchos países han puesto en marcha una combinación de política fiscal y monetaria para paliar la contracción de la demanda y mantener el crecimiento del producto.
El confinamiento y el cierre de actividades de recreación han tenido efectos diferentes en los países desarrollados y emergentes, así como en los subdesarrollados.
El desempleo aumentó en mayor proporción en el segmento de trabajadores sin instrucción o con menores niveles de escolaridad, de acuerdo al FMI. En cambio, se mantuvieron relativamente estables los puestos de trabajo intensivos en el uso de la tecnología y quienes podían desempeñar sus labores en línea.
Esta proyección de la recuperación de la tasa de crecimiento en la primera economía mundial se fundamenta en la implementación de una política fiscal expansiva acompañada de una política monetaria que se acomode a las necesidades de la reanudación de crecimiento económico.
Esta estrategia de políticas públicas añadiría, según el WSJ, 7.1 millones de puestos de trabajo durante el 2021, que se estima sea la creación de puestos de trabajo más importante desde 1978.
Por otra parte, entendemos que la situación del covid-19 en América Latina continúa bien compleja, con países como Brasil y México que aún no han podido controlar los contagios y tienen los niveles de mortalidad más altos.
Esto acompañado con el bajo nivel de vacunación, con excepción de Chile y recientes medidas adicionales de nuevos confinamientos podría retrasar la recuperación económica.
En la próxima entrega, trataremos sobre la evolución y recuperación de las economías de Estados Unidos y Europa.