La comunicación es vital en todas las relaciones. Mantener una comunicación efectiva mejora cualquier tipo de relación sea personal, laboral, social o de pareja.
Una buena comunicación fortalece la efectividad de cualquier relación, facilita alcanzar los objetivos comunes, motiva a conocer los intereses de los demás y evita dar por hechos suposiciones e ideas.
Saber dialogar, poder dar entender nuestro punto de vista, ser un buen escucha, prestar atención a los argumentos de los demás, son aspectos de una buena comunicación que nos ayudan a entendernos y evitar conflictos.
A veces hablamos de manera tan natural que no nos damos cuenta de todo lo que envuelve una conversación, no advertimos el engranaje que está detrás del proceso comunicacional.
En ocasiones nos resulta difícil entender al otro, incluso darnos a entender. Rebuscamos en nuestra mente las palabras precisas, cuidamos los gestos o expresiones no verbales y aun así sentimos que no nos entendieron o que nuestro mensaje no fue comprendido.
Una comunicación efectiva y asertiva va más allá de una simple transmisión de información. Muchas veces en una conversación queremos dejar claro nuestros ideales, sentimientos, creencias o emociones. Otras tantas sentimos que al expresarnos debemos romper con las barreras o autodefensas que levantamos, o peor aún que debemos eliminar las que levanta nuestro interlocutor.
Suele suceder que en ocasiones ambas partes estamos hablando de lo mismo, pero con apreciaciones e interpretaciones muy diferentes y/o encontradas y esto puede generar malos entendidos. Muchas veces nuestras capacidades para ponernos de acuerdos se ven limitadas por errores que cometemos a la hora de comunicarnos.
Errores más comunes en el proceso de comunicación
• Mal interpretación en la información, por no ser aclarada de la manera correcta.
• Nos olvidamos que la comunicación debe ser clara y sencilla.
• No mirar a la cara a nuestro interlocutor, perdiendo el beneficio del contacto visual.
• Hacer muchas preguntas o preguntas repetitivas que hacen sentir mal a nuestro interlocutor.
• No escuchar a nuestro interlocutor, creando nuestras propias hipótesis y haciendo mucho más difícil el entendimiento de las partes.
• Dar por hecho que se tiene toda la información.
• Ponerle emociones, gestos o actitudes a nuestras palabras.
Es fundamental aprender a comunicarnos, pues la comunicación es la base de toda relación.
Es importante comprender el impacto de nuestra comunicación en nuestro día a día. Debemos recordar que una comunicación efectiva se basa en una escucha activa, que haga desarrollar la empatía con su interlocutor, buscando la asertividad y el respeto mutuo. Reconociendo que los prejuicios impiden el desarrollo de una comunicación efectiva.
Característica de una buena comunicación
• Debe ser clara, con palabras sencillas, donde las ideas se entienda sin mayores esfuerzos, que el receptor pueda captar la información fácilmente.
• Debe ser precisa, que no falte información pero que no sobre.
• La forma es importante y también el contenido, que sea cierto y real lo que se transmita.
• Debe ser coherente, con una correcta estructuración y organización de las ideas.
• Que la conversación fluya con naturalidad, sin falsas posturas ni formas rebuscadas.
• Que todas las partes puedan interactuar e interacciones, participando de forma activa y expresando libremente su opinión y/o argumentos. . La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.