No en vano la Constitución Dominicana dedica dos páginas, un capítulo y cuatro artículos a la protección y aprovechamiento de los recursos naturales y diariamente la prensa nacional trae los titulares: “Incendios forestales atacan en distintas partes del país”; “Consideran el sargazo principal amenaza a la economía y el turismo”; “Isla Saona está desprotegida”; “Controlan incendio vertedero en un 75%”; etcétera; en diáfano indicio de la importancia de la institución encargada de velar celosamente por este patrimonio.
La agobiante sequia debe servir para reflexionar sobre la impostergable tarea de reforestar nuestras cuencas hidrográficas y de exigir la aplicación de mano dura contra los que agreden los recursos naturales afectando el medioambiente.
Recordemos al insigne Juan Pablo Duarte: “Nunca me fue tan necesario como hoy tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria”