Es sumamente importante el paso dado por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) en el marco de la XVI Conferencia Regional Centroamérica, Panamá y República Dominicana, de continuar analizando la política de incentivos fiscales, aunque entiendo que cualquier decisión debe hacerse después de las elecciones de mayo y bajo un pacto fiscal entre los diferentes sectores de la sociedad.
En estos momentos ese tema debe ser intocable, debido al ambiente político, y a sabiendas que los incentivos fiscales a la inversión se han convertido en una herramienta de gran importancia para atraer capitales, prueba de ello es que, en el 2017, 30 de los 35 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) concedieron un trato fiscal preferencial a las empresas, 14 más que en el 2000. La OCDE es un organismo de cooperación internacional, cuyo objetivo es coordinar políticas económicas y sociales. Fue fundada en 1961 y su sede central está en París, Francia.
En la XVI conferencia que se efectuó en un hotel de Punta Cana, del 14 al 15 pasado, el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, dijo que “en la medida que seamos efectivos en reducir estratégicamente los incentivos fiscales, podremos disponer de más recursos para enfrentar con más efectividad los problemas sociales sin poner en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas y sin obstaculizar el desarrollo de los sectores puntuales de nuestras economías”.
Claro está, dentro de las discusiones de un pacto fiscal, que debe ser un tema del próximo gobierno, se tendrían que revisar los resultados de la efectividad y eficiencia de los beneficios tributarios a la inversión, los distintos tipos de incentivos, efectividad de su objetivo y eficiencia, así como el impacto en la economía dominicana y su comparación con los demás países de Latinoamérica.
Es necesario observar que existe un imperativo de movilizar recursos nacionales para el financiamiento del desarrollo sostenible y por tal razón se impone reformas integradas en el ámbito de las finanzas públicas o de lo contrario tendremos que continuar buscando recursos financieros en el mercado internacional.
Además, debemos proteger la inversión lograda con los incentivos fiscales, los logros sociales alcanzados y continuar con la política de combate a la evasión. Vamos al consenso en el próximo gobierno sobre la necesidad de corregir la baja presión tributaria, pero siempre atacando la evasión fiscal.