Tres organizaciones no gubernamentales y una firma de abogados impugnaron ante la Justicia en nombre de varias familias la polémica ley de Florida conocida como «No digas gay», que prohíbe hablar de orientación sexual e identidad de género en el jardín de infancia y los primeros años de primaria.
La ONG Southern Poverty Law Center (SPLC) informó este martes de la presentación de la demanda contra la ley HB 1557, firmada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, el pasado 28 de marzo y oficialmente conocida como «Derechos de los padres en la educación».
Dicha ley impide que los maestros aborden la identidad de género y la orientación sexual en el jardín de infancia y los dos primeros cursos y faculta a los padres a presentar demandas judiciales contra el distrito escolar y recibir una indemnización por daños y perjuicios si consideran que ha habido infracciones.
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La demanda fue presentada ante los tribunales federales del distrito medio de Florida, con sede en Orlando, con vistas a impedir que la ley esté vigente cuando el nuevo curso escolar comience a fines de agosto.
«No digas gay» es una de las leyes de talante ultraconservador promovidas por el republicano DeSantis, quien busca ser reelegido en noviembre próximo.
«Los niños no deben ser el forraje político utilizado para inflamar el odio y la intolerancia con el fin de ganar y mantener el poder», dijo Bacardí Jackson, subdirectora legal interina del grupo de práctica de Derechos del Niño de SPLC, en un comunicado.
Jackson, que definió la ley como «inconstitucional», agregó que los estadounidenses en su conjunto y la democracia «se ven irreparablemente perjudicados cuando las personas, y especialmente los niños, son relegadas, invisibilizadas y atacadas por lo que son o por lo que aman».
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Además de SPLC, presentaron la demanda Lambda Legal, Southern Legal Counsel (SLC) y la firma de abogados Baker McKenzie en nombre de familias como la formada por David Dinan y Vikranth Gongidi, que se declararon «profundamente preocupados» por la ley «No digas gay».
«La ley limita nuestro discurso y nuestra expresión. La ley nos obliga a autocensurarnos por temor a provocar respuestas de los maestros y compañeros de clase de nuestros hijos que aislarían a nuestros hijos y hacerlos sentir avergonzados de su propia familia», dijeron Dinan y Gongidi, una pareja homosexual.
Jennifer y Matthew Cousins, también demandantes y padres de tres hijos, uno de ellos no binario, subrayaron que esta ley «pinta a nuestra familia como vergonzosa».