Inauguran en Brasil una planta de producción de etanol de segunda generación

Inauguran en Brasil una planta de producción de etanol de segunda generación

Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil. Foto de archivo.

Sao Paulo, Brasil.  La empresa energética brasileña Raízen inauguró hoy una planta para la producción de etanol de segunda generación en el estado brasileño de Sao Paulo, con una inversión calculada en unos 71,6 millones de dólares.

Al acto de inauguración asistió la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien subrayó que la producción de etanol de segunda generación, que se produce a partir del bagazo de la caña de azúcar, es la “materialización de un sueño” para el país.

La nueva planta, cuya inversión fue financiada en un 90 por ciento por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que aportó 64,5 millones de dólares, tendrá una capacidad de producción de 42 millones de litros por año.

El desarrollo de este proceso de elaboración, que emite 15 veces menos dióxido de carbono que el del etanol común, permitirá además el aumento de un 50  por ciento  de la producción de este biocombustible sin necesidad de incrementar la superficie destinada al cultivo de caña de azúcar.

“Aquí se está marcando el camino para que la industria energética de la caña de azúcar consolide su espacio tanto en la economía brasileña, como en la mundial”, señaló el ministro de Minas y Energia, Eduardo Braga, durante la ceremonia.

De acuerdo con Braga, “los productos de caña ya representan un 15,7  por ciento  de la oferta interna de energía” y según estudios recientes Brasil podría llegar a producir en 2030 hasta 170.000 millones de litros de biocombustibles avanzados al año, lo que permitiría la sustitución del 83 % del consumo de gasolina.

Rousseff afirmó que la colaboración del Estado con la empresa Raízen forma parte de un compromiso del Gobierno, ya que la producción de etanol es considerada un medida estratégica para el desarrollo económico del país.

Entre las medidas adoptadas por el Gobierno brasileño para fomentar esta industria, están la total eliminación de impuestos estatales que gravaban la comercialización de este biocombustible o el aumento del porcentaje de etanol anhidro que puede ser usado como aditivo en la gasolina.

“Estamos actualizando las bases de la economía para poder volver a crecer dentro de nuestro potencial e, incluso, ampliarlo para consolidar la expansión de la clase media y ganar competitividad con relación a los demás países del mundo”, concluyó Rousseff.