Incumplimientos del Gobierno crean riesgos inesperados

Incumplimientos del Gobierno crean riesgos inesperados

El sida es una enfermedad que no ha sido vencida por completo dentro de los 48 mil kilómetros cuadrados de República Dominicana y para evitar que vuelva por sus fueros sobre esta sociedad existe el acceso generoso a un Fondo Mundial que costea programas para cerrar el paso a infecciones y prolongar con calidad la vida de personas que las hayan contraído. Todo lo que tiene que hacer el Estado para que las donaciones del exterior hagan funcionar una excelente gestión integral contra una de las enfermedades más temidas por la humanidad es aportar los recursos de contrapartida fijados contractualmente. Fallar en esa coordinación, como está ocurriendo, expone meritorios planes sanitarios al borde del fracaso y asombraría que al incumplir un compromiso bilateral se llegue al colmo de perder auxilios bienhechores mostrando incompetencia hasta para la canalización de ayudas.

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En el año que casi finaliza, la falta de 30 millones de pesos que deben provenir del Erario pone en suspenso la respuesta nacional que con participación de sectores públicos y privados el país ha tenido en pie con una serie de inversiones considerablemente mayor.

Una obra social con énfasis en la prevención enfocada en núcleos de la comunidad que por su pobreza, ignorancia y forma de vida pueden ser víctimas fáciles de la propagación de un virus devastador que la ciencia ha venido tardando en doblegar. Peligra una bendición que llega desde la alianza internacional contra el sida.

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