MEUREUDU, Indonesia.-Las autoridades indonesias lanzaron ayer pedidos urgentes de ayuda para atender a los heridos y los damnificados, al día siguiente del sismo de magnitud 6.5 que dejó más de 100 muertos, mientras los equipos de rescate seguían intentando encontrar supervivientes.
El sismo de magnitud 6.5 fue especialmente destructivo por la baja profundidad a la que se produjo, que arrasó viviendas, mezquitas y comercios en toda la provincia de Aceh, situada en la punta norte de la isla de Sumatra.
Los equipos de rescate, equipados con aparatos para detectar a personas atrapadas, peinaban los escombros para intentar captar cualquier movimiento, en una situación en que cada hora disminuye las posibilidades de encontrar supervivientes. «Este equipo analiza a través de los escombros para ver si alguien está vivo o muerto», explicó Sutopo Purwo Nugroho, portavoz del organismo que se encarga de gestionar las catástrofes.
El funcionario indicó que el balance de víctimas subió a 102 muertos, una cifra que ha fluctuado a medida que iban avanzando las labores. El presidente, Joko Widodo, le pidió a todos los indonesios que recen por los habitantes de la zona afectada. «Aceh no está sola», dijo en Twitter.
Ahora la atención se centra en la ayuda a los heridos y los damnificados. En Meureudu, una de las localidades más afectadas, el ejército instaló cocinas, albergues y un hospital de campaña, informó el comandante militar de Aceh, Tatang Sulaiman. «Hoy nuestra prioridad es revisar todos los edificios para asegurarnos que no haya más víctimas atrapadas y ayudar a los refugiados», indicó.
Pero autoridades advirtieron faltan suministros médicos y otros productos de primera necesidad y que los hospitales de la zona están desbordados. Más de 700 personas resultaron heridas en el sismo, muchas de ellas con lesiones de gravedad, indicó la agencia para emergencias.
Said Mulyadi, director adjunto del distrito de Pidie Jaya, dijo que la zona necesita necesita medicinas, suministros y personal para atender a los heridos. «Necesitamos cirujanos y traumatólogos, muchas víctimas tienen fracturas».