Interrogantes que ahora giran sobre el atentado a David Ortiz. Después que desde el primer momento pareció confuso el hecho sangriento que afectó a un sobresaliente deportista dominicano, admirado y respetado como un símbolo, el expediente formulado sobre la agresión a tiros que por poco cuesta la vida a David Ortiz ha pasado ya a cuestionamientos muy directos.
La investigación ad hoc proveniente de expertos privados de muchas credenciales y movida por el inmortal del deporte baleado para que el caso le fuera totalmente esclarecido, arrojó unos resultados que niegan la característica central que originalmente se atribuyó de haber sido consecuencia de una confusión de identidades.
Nadie fuera de las autoridades judiciales, llamadas de ordinario a reaccionar hasta por simple rumor, podría colocar categóricamente ningún sello al intento de homicidio pendiente de fallo.
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El que ahora aparezcan distantes las conclusiones a que arribaron los investigadores de las instancias que correspondieron aquella vez, y estas movidas por la parte agraviada y legítimamente interesada, coloca a la sociedad ante lo que debe considerarse una frustrante indefinición para aplicar Justicia respecto de un suceso estremecedor.
Como corresponde, el Ministerio Público dispuso ampliar la judicialización en marcha acudiendo a las novedades llegadas desde Boston en interés de establecer la verdad definitiva a partir de una indagación diferenciada de la que se llevó a cabo en el año 2019.