Madrid.– Un equipo de investigación español ha creado un sensor óptico flexible que podrá ser utilizado para el control de la calidad de bebidas y de parámetros medioambientales.
El prototipo, de muy bajo coste y fácil montaje, “ofrece grandes posibilidades con respecto a otros instrumentos ópticos”, destacó el investigador principal del proyecto, Carlos Angulo Barrios, en el último número de la revista “e-Politécnica Investigación e Innovación».
El sensor consiste en una guía de onda formada por una tira de celo en la que se introduce luz procedente de un LED en uno de sus extremos.
La luz que sale proyectada se detecta en el otro extremo mediante el uso de un foto diodo, explicó el investigador, y la flexibilidad del celo permite que la guía pueda sumergirse en el líquido que se desea examinar.
De esta forma se puede evaluar, por ejemplo, el grado de maduración de la uva mediante la medida del índice de refracción de su jugo o el contenido alcohólico de las bebidas.
Los materiales que requiere el prototipo -guía de celo, LED y foto diodo- son de “muy bajo coste y su ensamblado es muy sencillo”, ya que puede ser realizado por personal no cualificado de forma rápida.
Gracias a estos atributos, el sensor desarrollado por el equipo de la Universidad Politécnica de Madrid puede ser aplicable tanto en el sector alimenticio, para el control de la calidad de las bebidas, como en el sector medioambiental, para el control de la calidad del agua.
La creación del sensor se incluye dentro de un proyecto beneficiario de la Convocatoria 2015 de Ayudas de la Fundación BBVA a Investigadores y Creadores Culturales.