Isabel Allende, se ha ido construyendo un camino propio, que, más allá de su propuesta literaria, nos va revelando poco a poco la envoltura de sus pasiones e inquietudes humanas.
Ella, durante toda su trayectoria, de casi ochenta años, va confirmando con la escritura que es una Allende por sangre y pensamiento con un toque rebuscado y bien llevado de una intelectual migrante que se confecciona una personalidad femenina adornada de conciencia social con la sofisticación y el coqueteo de una chilena, hija de la burguesía nacional bien pensante, que se alimenta y pule la imagen de una mujer que cabalgó la segunda mitad del siglo veinte; y galopa el siglo veintiuno, con el deseo y la curiosidad de mantenerse abierta y actualizada con la curiosidad enfocada en las consecuencias de los hechos políticos e históricos que marcaron las sociedades latinoamericanas.
Nos iluminó con su novela «Largo pétalo de mar,»llevándonos de la mano por el exilio español de los republicanos hacia Chili; con la trascendental figura de Neruda y el enfoque de la sociedad chilena, y antes, con » La isla debajo del mar «supo conducirnos hacia el mundo complejo de nuestra isla frente a la insurrección independentista de Haití a principios del siglo 19, implicando maravillosamente a los lectores en ese acontecimiento histórico universal que todavía hoy queda por estudiar a fondo y comprender.
Pero ella dominó con juicio y tratamiento preciso la gesta revolucionaria de un pueblo que hoy en pleno tercio del siglo 21 se ha convertido en uno de los países con crisis política constante y con el mayor indicio de pobreza de las Américas.
Tomamos por soporte a estas dos novelas como recurso revelador de una escritura que cumple con la implicación ciudadana de ofrecer elementos de entendimiento bajo la magia de un lenguaje literario conciso, cercano, llano y sobre todo conector.
Muy efectivamente, Isabel Allende, nos conecta con sus mundos de interés universal, que ella sabe envolver, matizar ,con un sabor y estructuración propias .
«Más allá del invierno «nos invita a conocer tres personajes que se encuentran en momentos trágicos y dramáticos de sus vidas durante una impresionante tormenta de nieve de New York.
Todo transcurre primero en Brooklyn, Richard es un académico universitario que después de una vida atormentada por un amor pasional infeliz, de la tragedia de la muerte de sus dos hijos ,se encuentra dependiente del alcohol y de las drogas, hasta encontrar una nueva meta en su vida ; gracias al amor salvador compensador existencial del amor pasional destructor.
Cada capítulo lleva el nombre de un protagonista,, y a veces de dos cuando las historias se compenetran de un personaje a otro, porque Isabel Allende maneja una percepción colectiva , hecha de una multiplicación de individualidades; Richard, toma toda su dimensión dramática a través de su mundo relacional con Anita la pasión, madre desesperada de sus dos hijos. Lucía, no mide su tamaño humano de mujer sin esa ternura, esa complicidad de amor y compasión por Richard. Estamos frente a una ficción modelada por el realismo existencial de cada uno de los personajes. Ahora bien, la fuerza estructural de esta novela se caracteriza por la capacidad conectora de la autora con el lector.
Es obvio que, con el ejercicio periodístico Isabel Allende se aseguró una gran fuerza comunicativa, sabe ir al grano y lo hace con un medido pudor y respeto por la condición humana. Tiene conciencia de mujer con valores universales, que le permiten abarcar las tragedias migratorias que van desmantelando la Humanidad..
Evelyn, es el concentrado de la tragedia centroamericana, en el camino obligado hacia la migración ilegal, al asilo, al infierno de todas la humillaciones que les acechan desde el primer día que deja una mujer su tierra, en este caso Guatemala después de haber vivido el asesinato de un hermano y su propia violación.
Si la novela tiene esquemas autobiográficos de la autora, tomemos en cuenta que más que una novela de narración social y cultural, algo nuevo se impone, la precisa y exquisita capacidad de Isabel Allende en regalarnos tres vidas con el desenvolvimiento de un thriller bien oscuro y a la vez llevado con un gran sentido del humor.
Algo nos indica en esta novela que la Allende entiende que la fuerza del destino puede ser un auténtico desenlace de misterio y acontecimientos inesperados, que, mientras los latinos luchan por sobrevivir e ir más allá del infierno de la ilegalidad, los nativos sedentarios se mueren y se matan por odio.
Triste lección, una vez a salvo, les toca a Lucia, Richard y Evelyn, deshacerse de un cadáver heredado en un carro ajeno y victimado por un accidente….inesperado …..que va a unir a nuestros tres personajes bajo la complicidad bien entendida de deshacerse del muerto en un barranco, bajo el hielo y el frío del invierno.
Recomendamos esta lectura porque nos posiciona ,con eficiencia frente a los dramas migratorios, porque confirma una vez más la fuerza conectora de una escritora que escribe como piensa y siente y porque esta vez nos regala más, el atrevimiento bien logrado de meterse con misterio y humor en una percepción de vidas cuyas historias son parte de un thriller universal.
Y claro, por lo camusiana que somos agradecemos con orgullo la dedicatoria a Albert Camus, con toda la fuerza metafórica y filosófica existencialista. «En medio del invierno aprendí por fin que había en mi un verano invencible».