TEL AVIV, ISRAEL. “El único recurso natural que tenemos los israelíes está ubicado entre las orejas derecha e izquierda, es decir, el cerebro”, bromeó arrogante el catedrático Danny Catarivas, al afirmar que Israel representa hoy la mayor concentración de innovación y emprendurismo del mundo.

Este encanecido economista judío, jubilado, graduado de la famosa London School of Economic, abordó la situación económica de Israel durante una conferencia de dictó a periodistas latinoamericanos participantes del Curso Medios de Comunicación para la Paz en Zonas de Conflicto.

“No tenemos recursos naturales, y no entiendo como Moisés (uno de los patriarcas del judaísmo) duró 40 años dando vueltas por aquí y fue a parar al lugar donde no había petróleo”, agregó con fino humor para ilustrar las razones por las cuales Israel, que no es una isla pero si esta rodeada de países adversos, maneja su economía orientada hacia la exportación y que debido a la naturaleza de la región, entró en la era de la globalización antes de que se hablara de ella por primera vez.

Catarivas, quien dirige las relaciones internacionales de la Asociación de Industrias de Israel –fundada en 1921, aclara que no existen problemas ideológicos para el manejo de la industria o la economía israelíes, porque hay 150 kibutz o cooperativas agrícolas asociadas a la entidad empresarial.

El PIB de Israel ascendió en 2013 a US258.000 billones de dólares, el ingreso per cápita anual US34,900 dólares, que es un lugar promedio dentro de los 34 países de la OCDE, pero casi al nivel del Reino Unido y superior a España y Portugal. El 77 por ciento del PIB proviene de las exportaciones, pues se trata de un país abierto al comercio internacional. Con apenas 8 millones de habitantes, Israel es un mercado reducido de importaciones bajas. El salario mínimo fluctúa entre 1,200 y 1,300 dólares.

Israel es una industria transformativa cuyo valor agregado es el pensamiento, la tecnología y el capital humano. Catarivas agrega como elemento importante la inmigración llegada desde los 90, mas de un millón de judíos de origen ruso venidos de la antigua URSS.

Pese a los conflictos políticos regionales permanentes que afronta Israel, su economía paradójicamente crece. Los datos macroeconómicos están controlados, inflación entre 1 y 1.5%, la tasa de cambio obliga al turista a manejarse con el shekel, la moneda israelí, fortalecida en mas de un 20 por ciento en relación al dólar.

Según Catarivas, el sector empresarial pretende influir al gobierno para evitar aumentos de gastos debido al precio de la moneda; quieren que la tasa se fije en 3.8 por dólar, pero el Banco Central de Israel sigue comprando dólares.

El 4.5% del PIB se destina a la Investigación y Desarrollo, rama en la cual las Fuerzas de Defensa de Israelí juegan un rol estelar debido a la experiencia y estudios acumulados en el ejercito. Asi, el recién estrenado Sistema de Interceptación de Misiles Iron Dome (Cúpula de Hierro), es tecnología, diseño y construcción israelí.

La investigación y el desarrollo se realiza en siete universidades, decenas de institutos y cientos de empresas civiles y militares; también en centros médicos. El objetivo supremo de la investigación en las universidades es adelantar conocimiento científico. La I&D abarca medicina, industria, electrónica, informática, óptica, electro-óptica y laser, equipos de computadoras, robótica, aeronáutica, agricultura y energía.

En medicina, por ejemplo, Israel ha hecho significativas contribuciones teóricas y practicas a la revolución de la biotecnología, y ha desarrollado una avanzada infraestructura de investigación medica y paramédica, asi como una gran capacidad en bioingeniería.

Científicos israelíes han desarrollado métodos para la producción de hormonas de crecimiento y de interferón, un grupo de proteínas efectivas contra infecciones virales. El Copaxone, un fármaco efectivo en el tratamiento de la esclerosis múltiple, ha sido desarrollado en Israel desde la investigación básica hasta la producción industrial.

La ingeniería genética ha logrado producir un amplio espectro de kits para diagnostico basado en anticuerpos monoclonales, junto a otros productos microbiológicos. Empresas israelíes han desarollado y exportado equipo medico sofisticado de diagnostico y de tratamiento, incluyendo escáneres de tomografía computarizada (CT), y de resonancia magnética (MRI), aparatos para ecografía, cámaras medicas nucleares y láseres quirúrgicos. Otras innovaciones incluyen un polímero liquido que evita la acumulación de placa dental, un aparato para reducir tumores benignos y malignos en la próstata, el uso de botulina para corregir el estrabismo, y una cámara en miniatura dentro de una capsula tragable usada para diagnosticar enfermedades gastrointestinales.