El Gobierno italiano permitirá las visitas a familiares y abrirá parques y jardines públicos desde el 4 de mayo, cuando el país iniciará un desconfinamiento gradual tras casi dos meses de aislamiento por la crisis del coronavirus, pero no autorizará las reuniones sociales.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, detalló ayer el plan de reapertura- se podrá realizar deporte, manteniendo una separación de al menos un metro para evitar contagios, y celebrar funerales con un grupo reducido de familiares, de hasta quince personas, siempre cuando lleven mascarillas y respeten la distancia social.
El Gobierno italiano fijará un precio máximo de 0,50 euros para las mascarillas y trabaja para suprimir el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Además prohibirá la salida a la calle de quienes tengan fiebre superior a 37.5 grados, que deberán permanecer en casa, evitar los contactos sociales y llamar al médico.
El 4 de mayo reanudarán la actividad el sector manufacturero, la construcción y el comercio mayorista, que deberán garantizar protocolos de seguridad a sus trabajadores para evitar nuevas infecciones. Se permitirá la apertura de restaurantes solo para comprar comida para llevar.