ROMA .— Los italianos votaban hoy en las elecciones más inciertas en varios años, que podrían determinar si Italia sucumbe al sentimiento populista, euroescéptico y de ultraderecha que se ha extendido por Europa.
La campaña se vio marcada por la aparición de retórica neofascista en emisiones de máxima audiencia y violencia antiinmigrantes que culminó el mes pasado con una balacera contra seis africanos. Aunque la coalición de centroderecha que se benefició del sentimiento contra los inmigrantes lideraba los sondeos, los analistas señalaban que el resultado más probable era un Parlamento sin mayoría clara.
Eso supondría días y semanas de negociaciones entre bambalinas para conseguir una coalición de gobierno que logre pasar una votación de investidura en el Parlamento. El rumbo de Italia dependerá de qué partidos alcanzan una coalición de entre los tres grupos más grandes: la coalición de centroderecha, la coalición de centroizquierda o el antisistema Movimiento 5 Estrellas.
“Básicamente, es muy probable que al final, ninguna de estos tres grupos tenga una mayoría absoluta y se vean obligados a empezar a hablar entre sí para ver cómo formar un gobierno de coalición”, dijo Franco Pavoncello, decano de la Universidad John Cabot en Roma.
Más de 46 millones de italianos podían votar, incluidos los ciudadanos en el extranjero que ya enviaron sus votos por correo y los que acudan a centros de votación entre las 7 de la mañana y las 23:00 (0600-2200 GMT). Se esperaba que se conocieran los sondeos de salida al cierre de urnas, con previsiones poco después y resultados oficiales el lunes.
Algunos centros de votación en Palermo seguían cerrados horas después de que comenzara la jornada electoral porque las papeletas entregadas eran incorrectas y habían tenido que reimprimirse 200.000 nuevas durante la noche. El presidente saliente del Senado, Pietro Grasso, tachó la demora de “inaceptable” y dijo que confiaba en que no afectara a la participación.
Mientras tanto, en Roma, algunos votantes madrugadores dijeron que las papeletas eran confusas y el proceso de depositarlas _que por primera vez requiere una comprobación antifraude de las autoridades electorales_ llevaba demasiado tiempo.
“Sientes como si hubieras llegado preparada, pero no estuviera muy claro”, se quejó la hermana Vincenza cuando acudió a votar en la colina Aventino de Roma antes de ir a misa.