Nueva York. A doce días de la mitad de siglo, la cantante Jennifer López convirtió su concierto de este viernes en Nueva York en su macrofiesta de cumpleaños, con los miles de fans que abarrotaron el estadio Madison Square Garden deseándole lo mejor entre baladas y hits de pista de baile.
“Jenny From the Block” quiso que el primer recital de su gira “It’s My Party!” (¡Es mi fiesta!) en la ciudad que la vio nacer fuera una manera de honrar no solo sus 50 años, sino también los 30 que lleva sobre los escenarios.
Con arriesgados movimientos de baile, una decena de cambios de vestuario, fuegos artificiales, chispas y mucha luz, la intérprete de origen puertorriqueño puso a sus pies a los asistentes cantando los éxitos de sus décadas de estrellato desde “Let’s Get Loud» (1999) a “El Anillo” (2018).
Los años no parecen pasar por la neoyorquina originaria del Bronx, unas raíces que lleva con orgullo y de las que no dejó de hacer gala durante el concierto.
“En tu cumpleaños, no puedes olvidar de dónde vienes”, dijo López tras interpretar “Jenny From The Block”, la cual cerró al grito de «¡Bronx!».