Jessica Pereira “Todo lo que soy se lo debo a RD”

Jessica Pereira “Todo lo que soy se lo debo a RD”

Cuando la comunicadora venezolana Jessica Pereira decidió irse de República Dominicana, país en el que residió durante once años, no lo hizo por enemistad con sus compañeras de profesión.

Establecerse en Estados Unidos, específicamente en la ciudad de Nueva York, tuvo mucho que ver con su pareja de muchos años. Con esta persona, a la que no identificó en la entrevista que le hicimos por correo electrónico, ya había conversado la posibilidad de formalizar la relación, y así lo hizo.

“Nadie se va de un país por problemas con colegas… Las diferencias con las personas van a existir en cualquier país que estés. Todo comienza con mi pareja, nosotros ponderamos vivir juntos. Por eso busqué una escuela de actuación y de inglés para empezar a prepararme aquí y buscar oportunidades para crecer más”, explicó la comunicadora. Luego continúo: “Y Dios es tan increíble con sus hijos que en esos mismos meses me llamaron de La Mega para hacerme una propuesta de trabajo”.

En esa gran urbe se encuentra, al igual que muchos latinos, haciendo realidad sus metas y sus sueños en todos los sentidos.

Quisqueya la bella. Jessica salió muy joven de su patria y antes de establecerse en esta nación, ya había estado en otros países.

“Donde más años duré fue en mi bella Quisqueya. Ahí me formé en todos los sentidos y más en mi carrera profesional. Para mí República Dominicana representa la plataforma que me formó como profesional y como ser humano también. ¡Todo lo que soy se lo debo a República Dominicana!”.

Al establecerse en Estados Unidos, Jessica dejó acá a sus padres, su hermana, sus negocios, su vivienda, su vehículo, la universidad (estaba estudiando Derecho) y los programas en los que trabajaba.

“Pude dar este paso gracias al apoyo de mis padres. Ellos, junto a mi hermana, se encargan de mis negocios”, confesó la joven.

De su estadía en el país, la comunicadora no tiene nada desagradable que decir, sino hermosas palabras de agradecimiento para esta tierra que la acogió por más de una década.

“Desde que llegué hasta el último día que viví allá siempre me abrieron las puertas. Me sentí querida, lo cual me hace sentir que soy venezolana de nacimiento, pero dominicana de corazón”, aseguró.

En cuanto a las cosas bonitas que se llevó de recuerdo, Jessica afirmó que todo. En ese sentido explicó: “Tengo once años de bendiciones, logros y recuerdos de mi isla. El amor que siento por ella y el agradecimiento es muy grande y siempre la voy a engrandecer y llevaré con orgullo su bandera, la cual siento mía también”.

Proyectos. Jessica está tomando cursos de actuación con miras a ver si en el futuro se le presenta la oportunidad de explorar esa área. Mientras tanto, está enfocada en lo suyo y en entregar lo mejor de sí.

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