A ocho años de su última pelea como boxeador profesional, el exdoble campeón mundial Joan Guzmán confiesa que su problema con el peso fue algo con lo que tuvo que lidiar desde que se inició en la práctica de ese deporte, cuando apenas tenía ocho años de edad.

Revela, sin embargo, que fue en el profesionalismo cuando esa situación se le salió de control, lo que le produjo pérdida en el aspecto económico y daño a su imagen como atleta.

Pese a las dificultades en la báscula, Joan ha sido uno de los boxeadores dominicanos más exitosos de la historia, no solo en el campo profesional, sino también en el olímpico.

“Creo que impuse el respeto desde que me subí por primera vez en un cuadrilátero, mi calidad como boxeador estuve presente siempre”, recuerda Guzmán.

Joan es tan solo uno de dos boxeadores dominicanos con dos títulos mundiales en categorías diferentes.

El nativo del sector Guachupita, Distrito Nacional, reinó en las 122 (súper gallo) y 130 libras (súper pluma), siempre con el aval de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

El otro quisqueyano que comparte ese mérito con Joan es Javier “El Abejón” Fortuna, quien fue campeón pluma (126) y súper pluma (130) por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Como profesional, Joan apenas sufrió una derrota y terminó su carrera con récord impresionante de 33 victorias, 20 de ellas por la vía del nocaut, con solo una derrota y un empate.

A nivel olímpico, tiene el mérito de ser el primer atleta dominicano en ganar una medalla de oro en los Juegos Panamericanos (Mar del Plata, Argentina, 1995) y también el único boxeador no cubano que obtuvo una presea dorada en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Ponce 93.

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Su registro internacional solo marca dos derrotas, su primera (debut en Festival Olímpico Mexicano) y su última (en los Juegos Olímpicos Atlanta 94), donde fue el abanderado de la delegación dominicana.

Lo del peso

Al hacer referencia a lo que considera fue su principal enemigo como boxeador (el peso), Joan lo atribuye en gran parte a la falta de actividad durante algunas etapas de su carrera

“Hubo años en los que solo hacía una pelea o ninguna y esa inactividad me provocaba problemas con el peso”, confiesa Guzmán.

A esa situación se agregan los problemas de salud que afectaron a su madre a partir del 2007, un tema del cual no le gusta hablar.

“Los años 2005 y 2006 fueron los más activos de mi carrera, porque celebrada hasta cuatro combates y nunca, en esas ocasiones, tuve problemas de peso”, sostuvo Guzmán.

Reconoce que también fue mal aconsejado por algunos “amigos”, quienes le sugieran el consumo de alimentos que en lugar de bajar le provocaban subida de peso.

“Llegué a pagar hasta 25 mil dólares, contratando supuestos especialistas en nutrición que no dieron resultados”, dijo.

Confesó para el 2001, cuando enfrentó a su compatriota Héctor Julio Avila, recibió la que considera fue la mejor alimentación de su carrera, porque le mantuvo controlado su peso.

Pelea con Campbell

Recuerda que uno de los hechos más vergonzoso de su carrera se produjo en septiembre del 2008, cuando enfrentaría al estadounidense Nate Campbell por los títulos de los pesos ligeros de la AMB, la OMB y la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y no pudo hacer el peso de 135 libras.

Un día antes había registrado en la balanza 138.5 libras.

El dominicano intentó bajar el exceso en el plazo de dos horas que le otorgaron, pero el esfuerzo fue demasiado y cayó desmayado en el gimnasio, por lo que fue trasladado al hospital.

Dice que antes de desmayarse, Don King fue a su camerino a ofrecerle 50 mil dólares para que subiera al ring dos asaltos en un esfuerzo del promotor por salvar el evento, lo que el púgil dominicano y su apoderado, José Núñez, rechazaron de inmediato”.