Josefina Padilla: integridad y trascendencia

Josefina Padilla: integridad y trascendencia

Guillermo Caram

Se nos ha adelantado a lo inexorable Josefina Padilla, símbolo de integridad trascendente, caracterizada por hacer siempre lo correcto.

Fue primera o única muchas veces, sin nunca pasar factura de nada.

Única mujer que suscribió llamado a formar Juventud Democrática en 1944, movimiento que respondió a la estratagema Trujillista de aparentar democratización, viabilizando, contrario a sus propósitos y para su sorpresa, el aglutinamiento de elites político-intelectual cuyo accionar repercutió en su contra. Cuando el dictador se percató de ello, incluso de la incorporación de hijos de funcionarios, lo reprimió. Pero ya resultaba tarde. La semilla estaba sembrada, aunque demorara la cosecha.

Muchas mujeres padecieron desmanes del dictador, ella entre las que más. Desde orfandad hasta viudez para criar fecunda prole en medio de restricciones y persecuciones.

Médica de profesión. Incursiona en política partidaria. Alfonso Moreno, cosecha de aquella Juventud Democrática, la selecciona como candidata vicepresidencial por el Partido Revolucionario Social Cristiano (1962); primera mujer dominicana en alcanzar esa distinción.

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Durante revolución constitucionalista convirtió su hogar de la calle Palo Hincado, en algo mas que un comando militar: En un acogedor punto obligado en el que se procuraban orientaciones y auto-entusiasmos preparatorios de gobernar.

Fue vicepresidente del Partido Revolucionario Social Cristiano. Cuando fui electo a esa posición en 1969, sentí orgullo de ocupar la posición que ella ocupó.

Para entonces consideró cumplidos sus roles partidistas, concentrándose en la academia como profesora y Vicerrectora de la UASD.

A pesar de esta trayectoria, nunca pasó factura. Un compañero de faenas socialcristianas vicioso de redes sociales lamentaba que su fallecimiento no constituyó tendencia ese día al estar dominada por Cesar el abusador, Dadyy Yankee y Don Omar.

Le respondí que la trascendencia de Josefina sustentada en su integridad estaba por encima de degradaciones, banalidades y superficialidades, presentes.

En ella confluyeron los principales atributos de integridad: honradez, honestidad, respeto, responsabilidad, lealtad, pulcritud, disciplina, congruencia y firmeza al actuar.

Son estos atributos los que proporcionan trascendencia a la vida, para beneficio de presentes y futuras generaciones.

¡Aprovechemos la de Josefina!