El expresidente de la Asociación de Cronistas de Arte, Joseph Cáceres, afirmó que sería un grave error que exponentes clásicos de merengue, salsa y bachata “le caigan atrás” a los exponentes urbanos, tratando de hacer lo mismo que ellos.
Cáceres explicó que la razón es que no hablan el mismo lenguaje en cierta manera, no se codifican igual y que a su entender, los jóvenes no van a aceptar a los clásicos con los códigos que ellos manejan.
Sin embargo, destacó que los clásicos de la música, sobre todo los tropicales, pueden hacer colaboraciones con los exponentes urbanos siempre que se mantengan dentro de los límites de la prudencia, sin perder su esencia, sin caer en lo tóxico e indigerible.
Al ser entrevistado en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, que se transmite por Antena 7, dijo que no se puede negar que hay géneros predominantes en la preferencia de la juventud, pero que él es de una generación que creció con el merengue, la salsa y la bachata, géneros predominantes en épocas pasadas con un público que se mantiene.
En ese sentido, manifestó, que la mejor demostración es lo que sucedió hace una semana mientras el cantante urbano “El Alfa” estaba a casa llena en el Estadio Olímpico, merengueros con la producción denominada “El Reencuentro” tuvieron una noche fabulosa en el Hotel Jaragua.
“No se pensaba que eso podía ocurrir; que mientras la juventud estaba con la música urbana en el Estadio Olímpico, no podía llenarse un aforo como el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua, como sucedió con el reencuentro de merengueros”, expresó el destacado cronista de arte.
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Asimismo, mencionó que esa misma noche Héctor Acosta “El Torito” tuvo una presentación multitudinaria en Jarabacoa.
Indicó que actualmente hay una expresión de la juventud con música urbana, pero sigue latente la música tropical con un público más adulto y que genera toda una corriente de aceptación que se mantiene.
Informó que el alegato de algunos urbanos es que cuando han hecho algo que se ha salido de lo tradicional y se ha mantenido la misma repercusión con expresiones vulgares y ofensivas diciendo que eso es lo que los vende a ellos.
“Están demostrado que ese arte es algo pasajero que forma parte de expresiones desechables, porque eso ocurría con la bachata en sus orígenes, era una música de la que la gente se avergonzaba”, precisó
Narró que en ese entonces a la gente le daba vergüenza decir que preferían la bachata, hasta que llegó Juan Luis Guerra y cambió el panorama de la misma, la vistió de gala, le cambió la lírica y a partir de ahí otros intérpretes se montaron en esa corriente.
Consideró que hay que ver lo que ha ocurrido con la bachata, adónde ha llegado con Juan Luis Guerra y luego vino Romeo Santos, que también en esa vertiente con una expresión de la bachata para la juventud, sin quitarle méritos ni créditos, de manera elegante, permitiendo a ese género lograr dimensionarse a esos niveles.
Agregó que el arte bueno es el perdurable, el que se mantiene en el tiempo, lo cual queda demostrado por los clásicos que han hecho un arte que ha permanecido y ha sido valorado por los siglos de los siglos.